Análisis

José guerrero 'yuyu'

Seriedad, señores

Se perderán partidos, pero el Cádiz tiene una filosofía que le puede llevar al éxito

Pocos cadistas discutirán que el punto conseguido ante el Numancia es bueno. Y aunque lo discutan, sigue siendo bueno. Y es que, cuando no se puede ganar, lo mejor es no perder. Y eso es lo que hizo el Cádiz el sábado en Los Pajaritos. Remontar un 1-0 al filo del descanso, jugar la última media hora con un jugador menos y, pese a eso, estar a punto de llevarse el partido en el tramo final. Lo dicho, punto de oro y a seguir sumando. Pero el rival de hoy no nos trae buenos recuerdos. Ascendió a Segunda en Carranza hace tres temporadas y no se nos suelen dar bien los encuentros ante los asturianos. Para colmo al césped del Carranza, recién colocado, se le está cuidando con mimos y le pone a diario por la megafonía del estadio la canción de Mecano "Hoy no me puedo levantar", para que la yerba vaya asimilando que no se puede repetir el numerito que vimos las semana pasada en Zorrilla, con la visita del Barcelona, donde el césped estaba tan mal que incluso una cabra montesa se podría haber hecho un esguince de tobillo.

Así las cosas, crucemos los dedos para que el césped aguante y el equipo sea ese Cádiz serio, el que se pone el mono de trabajo cuando hace falta y tiene claro lo que quiere. Tras el empate en Los Pajaritos han vuelto los debates sobre si el Cádiz tiene plantilla suficiente para conseguir algún objetivo más allá de la permanencia. Fichajes han llegado al club en los últimos días, como los de Lekic, Jairo Izquierdo o Edu Ramos. ¿Serán determinantes o suficientes para aspirar a objetivos mayores?. Pues mire usted, ni con Cristiano Ronaldo dejando la Juventus y viniéndose a vivir a un pisito en Loreto para vestir la camiseta amarilla tendríamos garantizado nada. Yo creo más en el bloque y en las ideas claras que en las individualidades. Si el equipo sabe a lo que juega y no se le va la cabeza, este Cádiz sigue teniendo el sello de Álvaro Cervera y va a ser complicado ganarle. El Cádiz tiene el enemigo dentro de su propio vestuario, que fue el que lo mató la temporada pasada. La autosuficiencia, el creerse ganador antes de tiempo y el dar por buenos puntos que no lo eran tanto fueron los pecados capitales que nos dejaron fuera de los play offs. Lo del Tenerife no fue mala suerte, fue la consecuencia de no amarrar las cosas antes cuando las tuvimos en la mano.

Pero ese mismo Cádiz que se mató las ilusiones a sí mismo tenía una cara seria, de empaque, que fue la que le permitió acabar la primera vuelta con los deberes casi hechos para la salvación. Y ese es el Cádiz que tiene que aparecer (de hecho ha aparecido en los dos primeros partidos de la temporada). Se perderán partidos, claro, pero el Cádiz tiene una filosofía que le puede llevar al éxito cuando no se olvida de ella. Anquela, técnico del Oviedo, dice que el Cádiz juega de memoria, y lo hace muy bien. Y es cierto. Lo que sucede es que la temporada teníamos memoria de pez en la segunda vuelta. Si aprendemos de los errores, vamos a tener mucho ganado esta temporada. Ojalá que sea así.

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