Septiembre marca el verdadero inicio del año. Las dietas, los buenos propósitos, los pulsos a nuestra voluntad -ese músculo que pierde elasticidad con los años-, el curso político... todo arranca en el noveno mes, como si de un embarazo se tratara, como si pretendiéramos volver a nacer cada año, aún sabiendo que somos lo que somos. Quien nace lechón muere gorrino, que dicen los castizos. Aun así, septiembre también es el mes en que la calma vuelve a esta tierra asaltada por hordas de turistas. Por eso un paseo por La Barrosa o El Palmar entraditos en el otoño parece algo más especial. Y ahí uno se olvida de los acelerones y los frenazos de un gobierno que lo mismo quiere quitar las ventajas fiscales de los planes de pensiones que mira para otro lado cuando los pensionistas rodean el Congreso exigiendo un poquito de respeto. Es septiembre, un año más. Otro comienzo para que todo siga igual.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios