Rafael Duarte
Etimología del cristianismo
María Pilar Llop es la ministra de Justicia. Sustituyó a Juan Carlos Campo tras la traicionera limpia realizada por Pedro Sánchez hace unos meses. Se trataba de una magistrada "en lucha constante contra el machismo" (El País dixit) que venía a ubicarse en uno de los puestos más autolíticos del gobierno socialpodemista. Ha salido publicado un comunicado de su ministerio que me ha preocupado bastante, más como jurista que como testigo (en la Roma clásica, persona que jura decir la verdad agarrándose los testículos).
Llop anunció ayer —junto a otras medidas dirigidas a regular la retroactividad de las pensiones alimenticias a los hijos (¿sólo las de las madres?) y a reforzar la lucha contra la trata de blancas (¿han derogado el código penal?)— que entre sus proyectos más inminentes está uno con esa mirada de género que algunos reclamaban para los jueces de carrera: eliminará del Código Civil la expresión "buen padre de familia".
¿Qué significa este término? El buen padre de familia es el modelo de conducta de la persona sensata y corriente, de diligencia normal. Vamos, lo que la sociedad espera de un hombre razonable.
Vistiéndose con el manto morado del 8M, la ministra de Justicia manifestó su deseo de eliminar esta expresión de nuestro código civil por "arcaica". Menuda estupidez, señoría, si me permite la licencia, calificar indebidamente de arcaico un concepto jurídico que procede de las fuentes del derecho, es decir, del derecho romano, y que ha sido desarrollado jurisprudencialmente por nuestros tribunales, a los que usted algún día volverá.
Diga más bien, señora Llop, que había que vender la moto del feminismo militante del gobierno y que qué mejor manera de visibilizarlo que inventarse un presunto agravio por una fórmula que alude al género neutro de la humanidad: "padre de familia" sirve tanto para hombre como para mujer. De hecho, si nos pusiéramos exquisitos y siguiéramos la línea del gobierno al que Vd pertenece, lo "correcto" hubiera sido hablar de la diligencia de buen padre o buena madre de familia, ¿no? Aunque supongo que era demasiado largo y por eso ha optado por demostrar el compromiso de la Moncloa con La Mujer anunciando la eliminación de un término que a nadie en su sano juicio molestaba.
La lástima es que nuestra justicia no sea más feminista. Considero que su ministerio está fracasando en esta gestión, debo decírselo. Si se destinaran, por un poner, veinte mil y pico millones de euros a dotar a nuestros tribunales de fondos, personal, instalaciones, servicios, ordenadores, programas y todos los etcétera que se nos puedan ocurrir, ello propiciaría la entrada en la administración de más juezas, fiscales, letradas de la administración de justicia, funcionarias, e incluso guardias civilas (con perdón). Pero, claro está, la justicia (con minúsculas) no da votos ni tampoco interesa según a quién o cuándo, así que es mejor y más barato vender humo con el lazo morado del 8M y que parezca que se hace "algo" con la diligencia de un buen paterfamilias. Y, efectivamente, se hace. El ridículo, concretamente. Se lo testifico.
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