Análisis

Montiel de arnáiz

Nazis en Cádiz

La investigación derivó en el libro 'Esvásticas del Sur' y un documental homónimo

Sí, nazis por un tubo, pero no me refiero a los que usted piensa, no son gestores de RRSS de partidos políticos ni trolls a sueldo, me refiero a nazis-nazis puros de oliva virgen extra, de los de la esvástica o cruz gamada, el paso de la oca y Auschwitz, pasando por la División Azul y la Legión Cóndor. ¿En Cádiz? ¿Cómo es eso? ¿Nos invaden otra vez los fantasmas del pasado? En absoluto. La culpa de su desembarco en nuestras costas es del periodista roteño afincado en Jerez, Wayne Jamison, que tras una exitosa novela titulada La sombra del Führer se lanzó al estudio de las huellas que los acólitos de Adolf Hitler habían sembrado por la provincia de Cádiz. Este trabajo de investigación derivó en un doble producto: el libro historiográfico titulado Esvásticas en el sur y un documental homónimo realizado por Jamison con el fotoperiodista sherry, Javi Fergó, que ojalá emitiera Netflix .

Podría sospechar que traigo hoy a esta columna la obra de Wayne porque el próximo lunes 13 a las 20.30 horas presento su libro en la Feria del Libro de Puerto Real, pero nada más lejos de la realidad. De hecho, le requiero para que falte a dicho acto, le insto a que busque algo que hacer -puede jugar al Fornite, visitar a la suegra, llevar a su mascota al pipicán o escuchar trap- porque lo que allí va a desvelarse será, sin duda, y como se decía en los noventa, demasié pal body.

Ya le digo, intente no acudir a la presentación de Esvásticas del sur pues de ese modo evitará conocer los lazos que unieron nuestra provincia con el nazismo: se ahorrará conocer qué hicieron en Cádiz Ian Flemming y su Bond, James Bond, o el célebre espía doble que inspiró a John Le Carré; sabrá quién fue la 'Reina de Corazones' por boca de su hija Helena, que nos acompañará en el acto; qué relación tiene El tiempo entre costuras de María Dueñas con el nido de espías que fue Gibraltar, por qué sobrevoló un Graf Zeppelin toda la ribera gaditana y, ya puestos, qué barbaridad ocurrió en la Venta de Vargas el día en que se bailaron bulerías para los soldados hitlerianos o cómo acabó aquel partido de fútbol en el que el Cádiz C.F. se enfrentó a una poderosa escuadra nazi en el campo Mirandilla, un domingo 30 de abril de 1939.

Es lo que tiene ser un acaparador de secretos, que al final el que se vuelve un poco nazi es uno mismo -pero nazi, ¿eh?, no facha, que no tengo chalet en Galapagar, Máster en la Rey Juan Carlos, ni tarjeta black de la FAFFE-, por eso le prohíbo categóricamente que acuda a esta cita, no vaya a ser que se contagie e ilusione con todas estas historias han conseguido estimular mi inspiración literaria, lo que a primeros de agosto no es poco.

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