Muchos nos preguntamos por qué no dejamos ya el pasado. ¿Podrán descansar los difuntos? Estamos hartos de que esta preocupación, lógica en algunos, se haga prioritaria. Si yo no conocí la guerra por qué me la siguen recordando.

Para unos será de estricta justicia dejar al general Franco en donde está, para otros urgirá devolverlo a su tierra… Las opiniones nunca podrán ser asumidas por igual para los implicados porque lo que experimentaron fue absolutamente diferente. Luego la razón no será nunca exclusiva de un grupo. Hasta ahí de acuerdo, pero ¿será posible que haya pasado tanto tiempo y algunos insistan en seguir discutiendo dónde descansará cuando hay tanto por hacer? ¿Que se empeñen en reparar el pasado en vez de encauzar el presente con deseos de mejorar el futuro? ¿No hay temas actuales muy urgentes?

Al poder leer más en vacaciones, encuentro a un Alberti distinto al que presentamos, marinero o salinero, en las aulas. Tras el dolor de la guerra, en 'Retornos De Una Sombra Maldita' resaltan en el poeta unos deseos de coexistencia: "Júntanos, madre. Acerca/ esa preciosa rama/ tuya, tan escondida, que anhelamos/ asir, estrechar todos…"

A este hombre le conocí por causas que no vienen a cuento. En uno de los cumpleaños del anciano portuense y en la intención municipal de agasajarlo, alguien sentenció en presencia de la ministra de cultura que cuando pasaran los años, nadie recordaría a los altos cargos políticos que allí se encontraban porque al final de las personas, sus rastros eran lo único que quedaba. Rafael Alberti tenía asegurado el suyo en la historia como poeta de la importantísima Generación del 27.

Recuerdo a la dama ofendida, pequeñita y pelirroja, arrastrando bajito un: "qué poca educación". Pero tenía razón el orador. No deseo recordar su nombre, ni el de la ministra, ni siquiera el de los invitados. ¡Las acciones! ¡Los rastros que dejamos! Por eso sobre algunos asuntos nunca habrá acuerdos. Cada cual opinará según le fuera.

¿Prevalecerán los deseos del poeta?

Se preguntarán nuestros grandes escritores desde el Más Allá si les mereció la pena lo que tuvieron que padecer.

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