Turismo Cuánto cuesta el alquiler vacacional en los municipios costeros de Cádiz para este verano de 2024

Un cuento oriental narra la historia de un joven que, sintiéndose despreciado e incomprendido por los demás, acudió a un Maestro para que le ayudara. Cuando le expuso la situación, el Maestro le contestó que le atendería pero que antes fuera al mercado a hacerle un encargo. El joven se quedó muy decepcionado: ¡Una vez más no había sido atendido como esperaba y el Maestro, casi sin escucharle, le había utilizado en su propio interés! La historia sigue y al final de la misma el joven descubrirá que el Maestro le había acogido y escuchado desde el principio, y que el encargo era un recurso para que el joven se conociera mejor y se apreciara más a sí mismo, dependiendo menos del juicio y de la aceptación de los demás.

Lo que quiero compartir en esta ocasión es que probablemente nos haya sucedido lo mismo que al joven: cuando hemos ido a hablar con alguien nos hemos sentido acogidos con escaso interés, y sin recibir la atención que necesitábamos.

Madeleine Delbrêl, esa asistente social y mística francesa cuya vida merece la pena conocer (¡usen el internet!), decía que "una madre no acuesta a su hijo mientras pela patatas". Es decir que lo primero es lo primero, y, en ese momento, lo primero y lo único es el hijo. Luego, cuando corresponda, será el turno de las papas. Pero más tarde, no las dos cosas a la vez.

Hace poco escribía sobre la importancia de saber esperar a los demás y lo importante que es para cada uno saber que alguien lo está esperando. Lo que ahora quiero subrayar es que cuando, por fin, llegamos a donde alguien nos está esperando nos sintamos acogidos como si fuésemos lo más importante del mundo. En realidad, como si fuésemos lo único en el mundo. Conocí a una persona que tenía ese don: cuando hablaba con alguien parecía que para él solo existía esa persona. Le dedicaba toda su atención y su afecto. Lo escuchaba, y ese saberse escuchado sanaba al que hablaba. ¡Ojalá sepamos escuchar así, y tengamos el privilegio de así ser escuchados! ¡Feliz Navidad!

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