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Análisis

Montiel de arnáiz

Conchi López Barrera

Espero que repita de concejala. Siempre preferí el verso libre al corsé de la mamandurria

La primera vez que supe de Inmaculada Concepción López Barrera fue a través de un currículo que me remitió por mail, una vez terminada la carrera de Derecho. Había finalizado la misma mientras trabajaba como repartidora en Telepizza y en ese momento buscaba un despacho en donde realizar la pasantía, pues deseaba dedicarse a la abogacía. Con posterioridad, esta mujer de interesantes contradicciones, fue una de las primeras voces que se alzó en los círculos de Podemos de San Fernando, hasta el punto de ser una de las cuatro personas que adquirieron la condición de concejales de su Ayuntamiento. El día en que tomó posesión de su cargo, en el acto institucional celebrado en el Teatro de Las Cortes, Conchi llevaba una camiseta roja reclamando "Trabajo para la Bahía".

La vida no ha sido fácil para ella estos últimos años. La incómoda letrada, siempre dispuesta a plantar cara a cualquiera y decir aquello que no le gusta, era una piedra en el zapato del partido que representaba a Podemos localmente, y con nocturnidad y alevosía la concejala fue apartada y se le requirió su acta de concejal. La joven isleña, parada y comprometida con toda la gente que había votado el color morado por ella, se negó a dimitir, convirtiéndose en concejala no adscrita.

López Barrera ha hecho una labor impecable como edil, realizando todo tipo de propuestas, preguntas e intervenciones plenarias, representando al Ayuntamiento donde ha debido, sirviendo de apoyo y voz de isleños necesitados de ayuda, como Óscar Aragón (nunca un kiosco tardó tanto en abrirse). Pero, es más, Conchi ha actuado en conciencia y cuando ha errado, ha pedido disculpas, algo difícil de ver en la clase política, normalmente más preocupada en cómo colocar las manos ante las cámaras o en salir con el mejor perfil en una foto.

Tres años y un divorcio después, Conchi ha renunciado por el momento a su sueño de dedicarse enteramente a la abogacía. Sale adelante trabajando en la restauración e, incluso, como aparcacoches en la playa -casi con arena- de Camposoto. Como dicen las abuelas: no se le caen los anillos por ello. La joven edil -que ha recurrido su injusta propuesta de expulsión de Podemos- ha anunciado recientemente que se presentará como alcaldable por un partido de nueva creación, una lista sin siglas, municipalista, dedicada a los intereses de San Fernando. Como buena abogada, sabe golpear sin mano, y se le nota cuando dice que su proyecto contaría con personas de otras formaciones: "no son hooligans de sus partidos, sólo tienen interés en el desarrollo de la ciudad, y no en los intereses de partido a nivel andaluz o estatal".

Desconozco si Conchi López Barrera, cofrade y reivindicativa, obtendrá el apoyo en urnas necesario para repetir su condición de concejala, pero espero que así sea. Siempre preferí el verso libre al corsé de la mamandurria.

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