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Análisis

Juan Martín Bermúdez

Alas para los Corrales de Rota

El marisqueo incontrolado y el exceso de visitantes son los riesgos de los corrales

Los Premios Andalucía de Medio Ambiente distinguían hace unas semanas la labor que realiza la Asociación de Corraleros y Pescadores de a Pie 'Corrales de Pesca de Rota' en la conservación, protección, difusión y sensibilización del Monumento Natural Corrales de Rota.

Los Corrales de Pesca son unos muros semicirculares de piedra construidos por el ser humano en la costa, ingenios para atrapar peces y cefalópodos cuando baja la marea. Se trata de monumentos eco-culturales que fomentan una enorme riqueza biológica pero cuya conservación depende inexcusablemente de su explotación racional, ya que su falta de gestión pone en peligro la continuidad de esta milenaria forma de pesca.

Declarados Bien de Interés Cultural, algunos investigadores ubican su origen en época fenicia, cuando nuestros antepasados aprovechaban pozas naturales para colocar a su alrededor piedras y aumentar las posibilidades de capturas. El agrónomo gaditano Columela describió este sistema de pesca en el siglo I d.C., y la primera referencia escrita de estos corrales data de 1399, cuando Pedro Ponce de León donó "los corrales de pesquería" al convento de Regla.

Los muros de piedras porosas están encallados entre sí, y la argamasa que los une se compone de un conglomerado de moluscos, valvas de ostras y algas marinas que permite la renovación de las especies marinas y las corrientes marinas entre corrales, poniendo de manifiesto la importante función del corralero en su mantenimiento y reparación con técnicas ancestrales.

En la orilla, los muros tienen medio metro de altura y conforme se adentran en el mar alcanzan metro y medio, mientras que la anchura es de un metro, y se comunican entre ellos con caños que han de limpiarse regularmente y que cuentan con rejas para evitar la fuga de los peces.

La existencia de este sistema ha convertido estas playas en auténticos reservorios de diversidad biológica, que utilizan las aves residentes y migradoras para alimentarse y descansar. Pero este sistema depende de un equilibrio extremadamente delicado, y es necesario integrar su aprovechamiento con el respeto, la conservación y la divulgación.

El marisqueo incontrolado y el exceso de visitantes que se registran durante las vacaciones son las principales preocupaciones de estos guardianes de las mareas, cuya Asociación 'Corrales de Pesca de Rota' desempeña un papel clave en la supervivencia de este patrimonio; el pescador de corral es esencial para su mantenimiento y transmisor de este legado.

Aun hoy podemos gozar las magníficas estructuras arquitectónicas que conforman los corrales de Rota, Sanlúcar y Chipiona, las técnicas de marisqueo tradicional y los útiles de fabricación artesanal empleados en las mismas, gracias al ímprobo esfuerzo -entre otros- de los Corraleros y Pescadores de a Pie de Rota, sin cuyo empeño este arte de pesca selectivo hubiese desaparecido hace años, y a quienes las administraciones públicas, autoridades y ciudadanos hemos de ayudarles en su cometido de salvaguardar nuestro patrimonio común.

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