Turismo Cuánto cuesta el alquiler vacacional en los municipios costeros de Cádiz para este verano de 2024

Qué alegría de azoteas, patinillos, de ropa tendida, de terrazas llenas, pese al frío, con tal de ver el sol. Qué inyección de ánimos. Qué luz tras tantos días grises.

Qué alegría de calles abarrotadas, de cánticos y aplausos, de proclamas reivindicativas y otras con mucho humor. De gente que se conoce, se reconoce; tú también estás aquí, tú también estás en mi lucha. Qué inyección de ánimo; qué luz tras tantos días, años, siglos grises.

El último 8 de marzo pareció que las cosas cambiaban. Que brillaba el sol, por fin, tras un temporal instalado en nuestras vidas tanto tiempo, que no recordamos el mundo de otra forma. Ese día el cielo volvió a estar cubierto, llovió, pero incluso bajo los paraguas, la luz se abrió paso. Éramos más que otras veces, se nos oía más alto. Quizás, por fin, ha llegado la hora.

No me atreví hace dos semanas a celebrarlo porque estas cosas, ya se sabe, pueden acabar siendo un espejismo. Sin embargo, pasado el fervor del momento, creo firmemente que la energía liberada aquel jueves sigue creciendo. Si hasta quienes se oponían a cualquier tipo de movilización acabaron reconociéndose feministas, es que este camino no tiene marcha atrás.

No valen los retrocesos, pero tampoco el freno. Tenemos que acelerar el paso. Como requiere demasiada energía, dejé hace tiempo de tratar de convencer a quienes niegan las discriminaciones de género, esos que oponen machismo a feminismo. El resto, hombres y mujeres convencidos -al menos en teoría-, quienes acudieron a las manifestaciones o al menos las comprendieron tienen ahora por delante la misión de demostrarlo. De desechar de su día a día los comentarios machistas, repartir las tareas, tratar de igual a igual a sus compañeras, abandonar privilegios, borrar prejuicios, escuchar, considerar la opinión de ellas, contar con ellas, no dejar pasar las injusticias, no presuponer. Las leyes y las políticas son fundamentales para cambiar el estado de las cosas; pero nuestra vida (la nuestra y la de vosotros) solo mejorará cuando nos creamos la igualdad y actuemos en consecuencia.

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