28 imputados después

Balas de plata

23 de junio 2025 - 06:00

Primero fue 28 días después, luego 28 semanas, pero como los meses eran ya poca cosa, Danny Boyle y Alex Garland han decidido esperar hasta los 28 años después para narrar la continuación de la hecatombe del Reino Unido por culpa de la infección progresiva del virus de la ira. Tengo ganas de ver la nueva versión, sabedor de que habrá como mínimo una siguiente parte que se estrenará en enero. El argumento, lo desconozco, aunque apostaría a que trata de un fallo de seguridad y el intento de la humanidad (inglesa) de sobrevivir a la escalada vírica.

Algo parecido le sucede últimamente al PSOE, que tras diversos fallos de seguridad intenta sobrevivir a la escalada vírica de escándalos, imputaciones, ceses y dimisiones. Es una especie de barra libre de dolor. Tengo en el reloj inteligente la alerta de noticias y llegó un momento en el que casi que esperaba una nueva confesión de Koldo, un nuevo servicio prostibular al que acudió Ábalos, un nuevo desplante de Leire, una nueva comisión de Cerdán o la ultimísima nueva amenaza de Víctor de Aldama. Podría decirse que nos hemos acostumbrado a este devenir de corruptelas. Lamentablemente.

La corrupción crea zombis, hambrientos y sin alma, como el virus de la ira. Aunque crees que has acabado con ellos, se regeneran, encuentran la vía para volver a aparecer, a germinar, a crecer, y a acabar con la vida de aquellos a los que infecta.

Hoy acude José Luís Ábalos a declarar ante el juez. ¿Qué dirá? La prensa capitalina y de tribunales ha adelantado que sus abogados -los millonarios siempre tienen abogados, en plural- estaban negociando con la Fiscalía (¿de García Ortíz?) una rebaja de la pena, previa confesión de sus delitos… que apuntarán dios sabe a quién. El ex ministro de transportes y ex secretario general socialista ha rechazado esta información tildándola de falsa. Veremos al final qué declara, o si declara.

Si lo hace, el virus de la ira seguirá extendiéndose una y otra vez, sin piedad, hasta alcanzar a los inalcanzables, los que viven encerrados en torreones de alta seguridad y comen frutos inalcanzables para cualquier obrero del país. Tengo curiosidad por saber cómo acabará esto. No sé si Fresnadillo dirigirá también alguna de las secuelas de “28” después del buen trabajo realizado con la segunda, pero desde luego sería un buen candidato para encabezar el rodaje que cuente la caída del PSOE Post-zapateriano. Imaginen: sangre, sexo y cintas de vídeo (o grabaciones de móvil).

Veo a alguien conocido corriendo por un pasillo oscuro, huyendo de 28 zombis imputados y decadentes que lo persiguen, intentando apresarlo, morderlo, devorarlo. Zombis con puñetas, zombis picoletos y zombis, también, con la rosa en la mano, escandalizados por tanta indignidad y plenos de vergüenza propia y ajena. Si han visto alguna de las pelis de la saga, sabrá perfectamente cuál es el final. El zombie atrapa a su presa, normalmente por culpa de un tercero. Y acaba convertido.

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