Cultura

El trágico final de Solano centra el segundo número de '12 del Doce'

  • La nueva publicación de cómic cuenta con la participación de Rafael Marín y Alberto Foche

12 del Doce vuelve a la carga entre nuevas historias. En esta ocasión, la ambiciosa colección de cómics impulsada por la Oficina del Bicentenario 1810-12 y Eventos de la Diputación Provincial de Cádiz pone en escena las últimas horas de uno de los militares de mayor prestigio en España de la época, Francisco Solano, en un nuevo intento de acercar la historia de Cádiz entre 1805 y 1814 a los gaditanos.

Su apellido, Solano, da título al segundo volumen de la colección, que será presentado el próximo miércoles en el Salón del Claustro de Diputación. El primero de ellos, Trafalgar, presentado en Cádiz el pasado marzo, también contó con su momento protagonista en el Salón del Cómic de Barcelona la semana pasada.

Tal y como explica el propio guionista, Rafa Marín, Solano "es una historia de tintes románticos donde no es difícil hacer un paralelismo inevitable entre el héroe individualista y la turba equivocada. Sólo que en la realidad de aquel mayo de 1808 prevaleció la turba sobre los motivos morales y los deseos protectores del héroe".

Concretamente, el segundo número de 12 del Doce narra los acontecimientos vividos en la víspera y el día de su muerte violenta, como consecuencia de una cadena de malas decisiones. Así lo explica el catedrático de Historia Contemporánea Alberto Ramos Santana en el prólogo de esta historia llevada al cómic. En él señala que cuando Napoleón decidió el ataque a Portugal, Solano, que había advertido al gobierno español de las nefastas consecuencias de autorizar el paso de las tropas francesas por España, fue nombrado jefe de las tropas españolas que debían colaborar con las francesas. Tras el 2 de mayo de 1808 regresó a Cádiz, donde este cortesano, culto y masón -era venerable Maestro de la Logia Integridad número 7- murió de forma trágica.

La cuestión es que Cádiz estaba a tiro de la flota francesa y el pueblo quería unirse a la guerra, pero Solano sabía que en esas condiciones era un suicidio. Mientras trataba desesperadamente de ganar tiempo y negociar una alianza con la flota inglesa, hasta ahora enemiga, la rebelión popular era imparable.

"Solano tuvo la desdicha de enfrentarse antes que a los ejércitos de Napoleón, a la ira incontrolable de su propio pueblo. Un intento de razón, en la pasión del momento, despertó la rabia y el motín, el resurgir de aquella vieja España inculta y violenta", cuenta Rafa Marín, que a su vez deja abierto el interrogante de cuál habría sido el curso de la guerra si Solano hubiera sobrevivido a aquel motín contra su persona.

Bajo la dirección artística de Fritz y la asesoría histórica de José Joaquín Rodríguez Moreno, los contenidos del segundo número llega de nuevo al lector de una forma amena, clara y sugerente, casi en volandas, de la mano del pintor Emilio José Domínguez -autor del color- y del dibujante Alberto Foche. Este gaditano autodidacta nacido en La Línea de la Concepción en 1979, dibuja para la editorial malagueña Megamultimedia, en la revistra Wet Cómics y para Dolmen en Eros Cómics y Crónicas de Mesene.

Un trabajo mimado y de cuidada edición que se completa con las tiras cómicas del colaborador gráfico de Diario de Cádiz Mel, y que en números posteriores contará con la participación de dibujantes de peso en el panorama nacional. Solano se sumará en estos días a Trafalgar en las librerías y colegios gaditanos.

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