Cultura

El onubense que hizo soñar a El Puerto

  • Manuel Carrasco dio el pistoletazo de salida al cartel de recitales veraniegos en El Puerto Más de 8.000 personas disfrutaron del primer concierto en la Plaza de Toros desde su reforma

El Puerto hacía tiempo que esperaba una noche mágica de verano como la que se pudo disfrutar en la Plaza de Toros el domingo gracias al concierto que Manuel Carrasco ofrecía en la ciudad.

El artista onubense fue el encargado de abrir un amplio cartel musical que se ha preparado con mucho mimo, ya que hacía tiempo que el coso taurino no se llenaba con la voz de grandes artistas como lo hacía antaño.

Muchas fueron las fans que hacían cola para ver a su cantante lo más cerca posible a lo largo del caluroso día del domingo. Las primeras llegaban hacia las diez de la mañana y la cola se fue agrandando poco a poco hasta la apertura de las puertas alrededor de las ocho y media de la tarde. Cabe destacar la gran labor en la organización de estas colas por parte de los agentes de seguridad allí presentes, ya que gracias a la colaboración de todos los presentes se pudo entrar en el ruedo de manera ordenada y evitando aglomeraciones innecesarias.

Justo daban las diez y media de la noche y se apagaban las luces de la Plaza. Miles de focos procedentes de los dispositivos móviles iluminaban el ruedo para no perderse los primeros minutos del concierto. Mientras se escuchaban las primeras notas a lo lejos de unos contundentes Tambores de guerra que daban el inicio a su repertorio.

Un concierto que destacó por la fuerza que el artista retransmitía desde el escenario. Pese a que la mayoría de las canciones de su nuevo disco Bailar el Viento son lentas, el artista onubense comenzó con las melodías más rítmicas de sus anteriores álbumes como Aprieta o Sabrás que intercalaba con algunas lentas como Y Ahora o Sonrisa sonora.

Después de interpretar una canción compuesta para un amigo que ya no sentía lo mismo por su pareja pero no quería hacerle daño, titulada La Voz de dentro, llegó uno de los momentazos de la noche: Mujer de las Mil Batallas, una de sus composiciones más solidarias y que ponía los vellos de punta a todos los asistentes.

Las voz de Carrasco durante esa noche hizo que toda la ciudad pudiera Bailar el viento pese a que no corría ni Levante ni Poniente. Desde zonas tan apartadas como Las Nieves o Sudamérica se oía su voz, y los vecinos de los alrededores podían sentir la fuerza del público asistente que entonaba todas y cada una de sus letras como Te quiero sentir y Tan sólo tú.

Llegando el que todos los espectadores creían que era el ecuador del concierto, entonó su último single UnoxUno al que le seguía la balada Menos mal de su disco Inercia.

No podía ser de otra manera que estando en Cádiz no se arrancase por coplas de Carnaval, esta vez con dos pasodobles dedicados a su padre que no le suele acompañar a sus conciertos pero en esta ocasión no se quiso perder la cita en El Puerto por su cercanía y tantos años vividos en sus mares en su labor de pescador.

Al término de No Tengo Prisa, el momento más mágico de la noche vino a través de No Dejes de soñar, en el que los asistentes iluminaron todo el coso taurino haciendo que parecieran estrellas iluminando la oscuridad, envolviendo al público en un sueño de una noche de verano.

Tras cantar otro de sus grandes éxitos como Sígueme, presentó a toda su banda y se despidió por primera vez, pero en ese amago tuvo que volver a los gritos de "Manolito", aclamado por toda la Plaza después de su cambio de vestuario. Volvió con más fuerza aún para hacer vibrar todas y cada una de las partes del ruedo con su canción Que Nadie, la cual suele interpretar con Malú pero que también la defendió perfectamente en solitario.

El instante más íntimo fue cuando solo ante el piano empezó a hilar melodía tras melodía de sus canciones más profundas como Ámame otra vez.

Además regaló a El Puerto una bulería única que recorría los rincones y paisanos más destacados e incluso reivindicaba que "La Calita No se Cierra".

Por último contó con la colaboración de la jerezana Raquel Sampere que interpretó Ya no en directoen lenguaje de signos. El artista se despedía con Uno mismo en cualquier parte entre ovaciones y aplausos de un público entregado.

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