Cultura

El musicólogo Marcelino Díez entra en la Academia de Bellas Artes

  • El nuevo académico de número pronunció su discurso de ingreso sobre el ‘Te Deum’ de Nicolás Zabala para la Constitución de 1812

Marcelino Díez recibe los aplausos tras su nombramiento como académico de Bellas Artes.

Marcelino Díez recibe los aplausos tras su nombramiento como académico de Bellas Artes. / Joaquín Hernández Kiki

El musicólogo leonés Marcelino Díez fue recibido ayer como académico de número de la Real Academia de Bellas Artes de Cádiz con un discurso de ingreso que versó sobre Un Te Deum por la Constitución de 1812. Su discurso de contestación corrió a cargo de Fernando Sánchez García, secretario perpetuo de la entidad, mientras que el acto, que se celebró en la Diputación Provincial, fue clausurado por la presidenta de la Academia, Rosario Martínez.

Tras dar las gracias a los miembros de la Academia por “apreciar en mi modesta trayectoria méritos suficientes para avalar mi ingreso”, Marcelino Díez realizó la laudatio de Antonio Ponce Cordones, cuyo asiento, dijo, “vengo a ocupar, que no a sustituir”.

Afincado en Cádiz desde hace casi 50 años, el nuevo académico habló brevemente de su relación personal y cultural con la ciudad, y comenzó a referirse al Te Deum que Nicolás Zabala compuso para la Constitución de 1812 y que el propio Díez recuperó para la celebración del Bicentenario.

Como explicó Díez, Nicolás Zabala (1772-1829) nació en Sevilla y llegó a Cádiz en 1796 para opositar a la plaza de organista de la Catedral, lo que consiguió. Siendo organista, Zabala fue encargado de componer un Te Deum por la llegada al trono de Fernando VII, y fue tal el éxito que tuvo que el Cabildo lo nombró maestro de Capilla, un cargo que desempeñó hasta su muerte en 1829.

Destacó Marcelino Díez que Zabala fue miembro de la Academia Filarmónica de Bolonia, institución de gran prestigio fundada en el siglo XVII y a la que pertenecieron músicos importantísimos como Corelli, Farinelli, Rossini, Verdi, Wagner, Massenet, Franz Liszt y Brahms. De Zabala se conservan 246 obras en el archivo catedralicio de Cádiz, “pero todavía no se ha hecho sobre él el estudio monográfico que merece”, dijo Díez.

Sobre el Te Deum de 1812, recordó en su intervención que se encuentra perfectamente fechado en todas las particelas, La obra se conserva en 28 cuadernillos manuscritos con las particellas de las voces e instrumentos por separado, que suman en total 274 hojas. Su duración aproximada es de 20 a 25 minutos, y comprende 12 números musicales. Son números muy variados en carácter: algunos muy sonoros y solemnes a toda orquesta, otros con plantillas más reducidas, a cuatro voces, a tres, a dos y a una voz solista…

“Fue Nicolas Zabala –en palabras de Marcelino Díez– un músico prestigioso, muy al día de los avances estilístico de su tiempo. Su Te Deum de 1812 es una obra muy notable, que se ajusta a los cánones estilísticos de su época, y avanzada, dentro del contexto de la música religiosa; una obra en definitiva digna de ser rescatada y programada en los repertorios habituales, como tantas y tantas obras olvidadas de nuestro rico patrimonio musical”.

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