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El genio plural de cinco de los grandes

  • La Galería Belén propone una exposición colectiva que agrupa a primeras figuras del arte contemporáneo: Concha Ybarra, Jorge Camacho, Enrique Brinkmann, Paco Peinado y Eduardo Arroyo

Galería BELÉN Jerez

Quiero destacar algo que me parece de absoluta justicia. Cuando muchos han sido los que, por culpa de los malos tiempos, han cerrado sus puertas, cuando las instituciones, inmersas, por lo mismo, en recortes y más recortes, han renunciado a su apoyo cultural y son muy pocas las actividades por ellas patrocinadas, en Jerez existe -no debemos olvidarlo por todo lo que significa-, una única galería de arte abierta al público y mostrando, sin solución de continuidad, con todo el esfuerzo y, sobre todo, con toda la pasión del mundo, buenos proyectos expositivos, algo que hay que agradecer y valorar en toda su dimensión, sobre todo, ahora que vivimos en esa crisis que, además, de vaciar los bolsillos ha anulado las entendederas.

La galería de la jerezana calle Francos ofrece en estos días, siguiendo con ese constante discurrir expositivo, una muestra con artistas de primerísima categoría que nos dejan propuestas del mejor arte contemporáneo y de sus muchas y abiertas consideraciones. Concha Ybarra, Jorge Camacho, Enrique Brinkmann, Paco Peinado y Eduardo Arroyo, cinco nombres consolidados ampliamente en el panorama artístico actual que posibilitan el feliz encuentro con las variadas estrategias estéticas que caracterizan la creación contemporánea.

Del recientemente desaparecido Jorge Camacho, aquel gran pintor cubano enamorado de las marismas almonteñas que fue el último bastión del gran surrealismo, nos encontramos su particular visión de esa realidad mediata que él componía después de haber transgredido los límites de lo concreto y haber tamizado argumentos de un entorno que nos transmitía con entusiasmo y clarividencia pictórica.

La sevillana Concha Ybarra, una de nuestras más interesantes pintoras, nos ofrece esa concepción tan suya de la naturaleza. Con muy pocos recursos pictóricos la artista consigue un total y absoluto expresionismo en el que la esencia de la representación queda sutilmente estructurada, manifestando un ejercicio artístico de gran emoción plástica y estética.

Uno de los artistas españoles con un lenguaje más personal es el malagueño Paco Peinado, autor de un imaginario único, donde la realidad adopta sus aspectos más extremos y menos dulces. Con un dominio absoluto de la técnica, Peinado nos transporta a un mundo de presunciones con lo mediato y lo inmediato confundiendo sus fronteras ilustrativas.

El también pintor malagueño Enrique Brinkmann nos deja constancia de su trascendencia artística con una obra donde lo formal envuelve la realidad hasta hacerla apenas visible, en una maraña que diluye los límites de lo concreto y abre las perspectivas de una abierta significación. Su pintura testimonia unos de los momentos artísticos más importantes que han existido en España, además, de posibilitarnos un ejercicio pictórico de mucha trascendencia.

Por último, Eduardo Arroyo nos ofrece la particular visión de una realidad asumida desde su comprometida posición de artista total; un artista ya de vuelta de todo que parece ejercer de relator interesado de una sociedad en decadencia. Su ácida ironía, su visión transgresora del entorno, su particular concepción plástica y estética, atrapa al espectador provocando una mirada llena de jocosa intención.

Estamos, en definitiva, ante una exposición muy importante que Paloma Caparrós y Ramón Martín han organizado para situarnos en los diáfanos horizontes de cinco grandes artistas de la mayor importancia. Una muestra que no debe pasar inadvertida en este erial cultural en el que nos encontramos.

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