La eterna amenaza del terror nuclear
Negro sobre negro
Hilllary Rodham Clinton y Louise Penny firman ‘Terror de Estado’, un frenético ‘thriller’ político que narra la lucha de los gobiernos del mundo ante la amenaza terrorista
Una sucesión de explosiones en Londres, París y Frankfurt hace saltar por los aires la estabilidad mundial. Los terroristas han colocado bombas en tres autobuses. Los cadáveres de civiles, entre ellos varios niños, se mezclan con los verdaderos objetivos de la masacre: científicos nucleares a las órdenes del mayor traficante de armas del mundo, un pakistaní llamado Bashir Shah que está reuniendo el uranio necesario para vender bombas atómicas que Al Qaeda pretende hacer estallar en suelo norteamericano.
Así arranca la trama de Terror de Estado (Salamandra), un espléndido thriller político que cuenta con el atractivo de estar firmado por la canadiense Louise Penny, una de las grandes damas de la novela negra actual, creadora del inspector Gamache y su saga en el pueblecito de Three Pines; y Hillary Rodham Clinton, quien fuera candidata a la Casa Blanca, primera dama de EEUU y secretaria de Estado durante el mandato de Barack Obama.
Penny y Clinton son grandes amigas desde hace años, aunque no ha sido hasta ahora cuando lo que empezó como una propuesta más de su editor ha cristalizado en una notable novela que ha permitido a ambas no sólo volcar todo su talento y experiencia en el texto sino realizar un canto hacia la amistad, la amistad de verdad, esa que, a veces, es más fuerte que la propia sangre que corre por las venas y construye alianzas eternas.
Amigas y escritoras
En la primavera de 2020, en plena pandemia, Louise Penny recibió el ofrecimiento de escribir un libro a medias con su gran amiga Hillary Clinton. A Hillary la había conocido en 2016, después de que la ex primera dama le enviara un cariñoso correo lamentando la muerte de su marido. Fue el inicio de una amistad sólida que se ha ido consolidando con el paso de los años. La experiencia de Penny en su saga del inspector Gamache se mezcla aquí con los conocimientos del Gobierno americano de Hillary Clinton. La mezcla funciona.
Pero, además, Terror de Estado sigue la trayectoria de una secretaria de Estado recién llegada al cargo que se incorpora a la administración de su rival, un presidente (Douglas Williams) que llega al poder tras un mandato que relegó a Estados Unidos a un segundo plano en el tablero internacional. Cuando una serie de ataques terroristas dinamita el orden establecido, ella (Ellen Adams) será la encargada de aglutinar al equipo que descifre una conspiración letal, un plan calculado al milímetro para sacar provecho de un gobierno estadounidense débil y desconectado de la realidad. Este thriller de alto voltaje revela secretos políticos de alcance global accesibles tan sólo a quien conoce la Casa Blanca desde dentro, caso de Hillary Clinton.
Además, como no podía ser de otra manera, en la novela aparece la figura de un ex presidente fanfarrón, grande como un oso, con aires fascistas, incapaz de aceptar su derrota en las urnas y que insiste en la idea de que la democracia es absurda (¿Les suena el personaje?). Un grupo de supuestos patriotas americanos, supremacistas blancos, contrarios a ideas progresistas como el matrimonio homosexual, estarán dispuestos a todo, incluso a permitir que estallen bombas nucleares en algunas de las ciudades más importantes del país, con tal de recobrar esa nación soñada por los padres fundadores. Pero para ello tendrán que vencer la inteligencia de Ellen, de la fiel Betsy Jameson, su amiga de la infancia y consejera, y la valentía de sus hijos.
El imprescindible: Crónica sentimental en rojo
Francisco González Ledesma puede considerarse, junto a Vázquez Montalbán, el gran referente de la novela negra española de la transición. En el caso de Crónica sentimental en rojo, Premio Planeta en 1984, no sólo deberíamos catalogarla como una gran novela negra sino como una grandísima novela en general, un libro excepcional que todos los amantes de la buena literatura debieran revisar. Esta obra popularizó al inspector Méndez, su personaje más emblemático. Además de ganar el Planeta sus posteriores obras se hicieron con premios del prestigio del Dashiel Hammett de la Semana Negra de Gijón.
Crónica sentimental en rojo arranca con el descubrimiento del pecho de una adolescente por parte de una jueza en su casa de la playa. La historia va complicándose hasta hundirse en las raíces de la Barcelona más canalla, en despachos de abogados, en redacciones de periódicos y en residencias de los que tienen un futuro en forma de cuenta bancaria. Es una novela dura, sarcástica, directa, potente, incluso cruel, pero también de una ternura inolvidable. Actualmente sólo está disponible en edición de bolsillo editada por Planeta en su colección Booket a un precio muy asequible (7,95 euros). Quienes aún no la conozcan ya están tardando.
‘Tatuaje’, Vázquez Montalbán y Bigas Lunas unidos por las buenas historias
Y si hoy recordamos a González Ledesma también nos parecía justo volver la mirada en nuestra sección cinematográfica a Manuel Vázquez Montalbán y una de sus novelas más emblemáticas: Tatuaje, que fue llevada al cine por el maestro Bigas Luna en 1979. En una playa barcelonesa aparece el cadáver de un hombre joven, con la cara comida por los peces y que lleva tatuada en el brazo la frase: “He nacido para revolucionar el infierno”. Así comienza un extraño enigma. Para empezar hay que averiguar la identidad del fiambre. Este es el encargo que recibe Pepe Carvalho, un detective gallego, ex agente de la CIA y escéptico vocacional, lo que no le impide disfrutar y saborear los placeres de la buena mesa y la buena cama. Entre los bajos fondos de Barcelona y las calles y canales de Amsterdam Carvalho no tarda en dar con la respuesta. Una magnífica historia.
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