acto inaugural

Un divertido desfile para conectar con el XXXV Festival del Títere

  • Los colegios e institutos gaditanos participan en la inauguración del evento con el pasacalles 'Todos los mundos'

  • Los elaborados cabezudos de Batillo y la Tía Norica, al frente del encuentro

Pasacalles del XXXV Festival Internacional del Títere Ciudad de Cádiz.

Los espectaculares cabezudos de grandes dimensiones de La Tía Norica y Batillo abrían ayer el desfile de nuestro orgullo titiritero, que por primera vez conecta y de una forma tan directa al mundo del títere con los niños y  jóvenes de numerosos centros e institutos públicos de la ciudad. El patio de armas del Museo del Títere se convirtió este miércoles en el punto de encuentro de un original pasacalles con el que se ha inaugurado el XXXV Festival del Títere, en el que participaron alrededor de 800 estudiantes y han confluido Todos los Mundos del títere, en una ciudad que precisamente ha sido "la cuna del títere", como introdujo Désirée Ortega, una de las artífices del proyecto para dinamizar el Museo del Títere, junto a Patricia Garzón, del departamento de Dibujo del IES Columela, que desde hace algunos años trabaja en la inmersión del alumnado en este mundillo.

Así, en este titiritero punto dio comienzo un recorrido al que no faltaron elaboradísimos cabezudos realizados con material reciclado -con ilustres personajes como la Tía Norica, Batillo y la cabra Montesina- que abrieron la comitiva de la mano de IES Columela, entre otros originales cabezudos articulados con banda percusión incluida (CEIP Andalucía); las emociones plasmadas en el particular circo -con máscaras de payasos y emociones desplegadas también en inglés- del CEIP Adolfo de Castro; los arlequines del CEIP Fermín Salvochea, los personajes de Pinocho y del Hada Azul con los que participaron los alumnos del CEIP Tierno Galván; los de la película Mulán del grupo de teatro L'etoile rose del IES Drago o los llamativos zancudos protagonizados por las jóvenes del IES Rafael Alberti, centro que se encargó de imprimir ritmo al pasacalles con su animada batucada. También se unieron el IES Cornelio Balbo y el IES Fernando Aguilar.

Todos juntos protagonizaron este divertido encuentro y desfile que recorrió el barrio de Santa María y del Pópulo -con vecinos y turistas gratamente sorprendidos por las calles y asomados a los balcones- y que finalmente desembocó en una concurridísima plaza de la Catedral, donde se montó un escenario muy simple con telón negro incluido.

"Qué casualidad, hoy que visitamos Cádiz nos encontremos con este espectáculo" decía un turista nacional. Otros tantos de diversas nacionalidades se hacían de sus cámaras para inmortalizar el colorido momento con el que se inauguró el Festival del Títere gaditano.

Un encuentro que introdujo la coordinadora del proyecto Todoslosmundos, Désiree Ortega, cuyo fin es precisamente el diálogo entre el Museo del Títere con la ciudadanía, que es justo lo que pasó ayer por las calles de Cádiz. Sus palabras de bienvenida ofrecieron unas pinceladas de esta iniciativa "con la que hemos conseguido que se reúnan todos los mundos del títere y que conecten con el Festival", y ponían de manifiesto la histórica tradición titiritera de esta ciudad. "Muy cerca de aquí, en la calle Compañía se asentó en 1815 un teatro estable en Cádiz", de la mano de la familia Montenegro, entre otros datos como la creación de los títeres de la Tía Norica.

Historia de una ciudad que ayer también hacía historia con este momento tan especial, en el que también se sucedieron las representaciones del IES Columela -con la obra La cabra Montesina-, del grupo de teatro del IES Drago, que ha llevado al improvisado escenario de la escalera de la plaza Catedral varias escenas de Mulán, y el Cornelio Balbo. Después, y antes de tomar rumbo a la plaza de Candelaria donde concluyó el desfile, todos entonaron el tanguillo de la Tía Norica que firma Eduardo Bablé.

Pero la impronta de este desfile no se queda aquí, pues de las piezas que ayer pasearon nuestro orgullo titiritero se escogerá una selección para formar parte de una exposición que se podrá ver en el Museo del Títere desde finales del próximo mes de junio hasta enero de 2019, y que también estará integrada por el propio material (fotografías y vídeos) que ha generado el proceso de construcción de las obras y el propio pasacalles.

Todo un fiestón en torno al títere y sus mundos, desde sus orígenes y desde la escuela.

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