El culto a la familia de Livia y Augusto

El Museo atesora en el patio de Trajano una serie de bustos de factura local poco cuidada que representa a los dirigentes imperiales El conjunto escultórico apareció en Medina

El culto a la familia de Livia y Augusto
El culto a la familia de Livia y Augusto
Virginia León Y Miguel Guillén

08 de marzo 2014 - 05:00

Junto a la imponente escultura de Trajano que se erige en el patio central del Museo de Cádiz se exhibe una serie de bustos pertenecientes a la familia imperial.

De los cuatro retratos fechados en la época de Tiberio, tres aparecieron juntos en Medina Sidonia, la antigua ciudad romana de Asido. Concretamente el de la poderosa Livia -mujer de Augusto, también expuesto, y madre del emperador Tiberio-, su hijo Druso y su nieto Germánico, todos ellos estudiados por prestigiosos investigadores como Antonio García Bellido y la doctora Pilar León Alonso. El de Augusto, del que se conserva una parte que localizaron en Carteia, fue realizado siguiendo la retratística oficial.

El director del Museo de Cádiz destaca esto mismo del primer conjunto escultórico, que fue elaborado en un taller local secundando el modelo difundido por Roma. "El desinterés por lograr un acabado perfecto evidencia esta factura local", comenta del trabajo de un artista que trabajó más detenidamente las zonas visibles de los bustos, concretamente los rostros, dejando el revés de los bustos apenas sin esbozar. "Esto indica que posiblemente irían situados en una hornacina". Si bien, fueron esculpidos con un estilo clasicista, conciso y una técnica correcta.

Los bustos de la gran Livia y sus descendientes se localizaron en una cisterna donde fueron arrojados tras el traslado de su emplazamiento original, lo que impide conocer a ciencia cierta su lugar de procedencia. En este sentido, comenta Alonso de la Sierra, "es posible que pertenecieran a una edificación dedicada al culto imperial situada en un área pública o sagrada relacionada con el foro, su entorno u otro lugar destacado de Asido".

Esto coincide con la monumentalización de las ciudades de Hispania durante la etapa final del reinado de Augusto y primeros años de Tiberio. De hecho, añade el director de la pinacoteca, en la Bética se conocen áreas dedicadas a este culto, como Córdoba. "Era una forma de propaganda oficial, de potenciar el poder y reforzar la sucesión al trono en territorios amplios y dispares", asevera.

Durante su estudio Pilar León dedujo que la figura central del grupo era Livia, que se representa de forma idealizada, más joven de lo que era en aquel momento, y con un peinado tipo nodus, propio de la dinastía de Julio Claudia.

Por otra parte cabe destacar a modo de anécdota la repercusión que tuvo la muerte por una extraña enfermedad de Germánico en Roma. Las sospechas recayeron en su celoso tío, el emperador Tiberio, dada su exitosa campaña contra las tribus germánicas.

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