Cultura

El barroco andaluz invade el Museo

  • El patio central de la pinacoteca provincial acoge 'Piezas singulares', una colección de 14 obras del siglo XVII y XVIII, entre las que figuran lienzos de Alonso Cano, Zurbarán, Murillo o Esteban Márquez

La nueva exposición que desde ayer luce en el Museo de Cádiz se mece en los brazos de la escuela barroca andaluza, entre un selecto muestrario que llega a Cádiz de la mano de Cajasol.

Piezas singulares es el título de la exposición que ayer se inauguró en la pinacoteca provincial, conformada por 14 de las obras más significativas de los siglos XVII y XVIII de la colección de arte que atesora la entidad. Entre ellas figuran pinturas de los maestros más notables de estas centurias como son Alonso Cano, Francisco de Zurbarán o Bartolomé Esteban de Murillo y su discípulo, el que más fielmente interpretó su espíritu, Esteban Márquez.

De este último es precisamente los cuatro imponentes lienzos de 195.5x108 que dan la bienvenida al espectador desde el mural que se levanta al fondo del patio. El conjunto formado por los apóstoles Santiago el Mayor, Santo Tomás, San Andrés y San Pedro son el epicentro en torno al que se articulan el resto de joyas elegidas entre las 5000 piezas que integra la colección de Unicaja.

Así lo confirmó la subdirectora de Obra Social de Cajasol, Rosa Santos, que estuvo presente en la presentación a los medios junto a la delegada provincial de Cultura, Yolanda Peinado, el director del Museo, Juan Alonso de la Sierra y el restaurador de la entidad bancaria, Juan María Vélez. Juntos hilaron los entresijos de esta muestra que, según comentaba el Vélez en el transcurso de la rueda de prensa, se divide en tres bloques.

El primero gira en torno a los temas iconográficos del siglo XVII, entre los que se encuentran la Inmaculada Concepción de Caballero de Arpino, dos piezas canónicas anónimas de San Fernando y una Vista panorámica del Guadalquivir y Triana tomada desde el Arenal, también anónimo.

El segundo y que más relevante aportación hace a la exhibición se centra en los maestros del barroco andaluz con Alonso Cano, Zurbarán y Esteban de Murillo a la cabeza. La visión de San Antonio de Padua de Cano, San Pedro Nolasco asistido por dos ángeles de Zurbarán y otra serie de Esteban de Murillo se suman el grupo de apóstoles de Esteban Márquez y la Inmaculada Concepción de Cornelius Schut. Este último forma parte del grupo de pintores extranjeros residentes en Sevilla en el XVII.

Un grupo en que se insertan las piezas más pequeñas pero que, según apostilló Juan María Vélez "resumen el gusto por la delicadeza" que volcaban en cada trabajo. Como la que desprende la Virgen que aparece en la Visión de San Antonio de Padua "mientras sujeta el velo".

El último bloque de Piezas singulares lo engloban tres tapices del XVII. Tres llamativas obras de gran formato tituladas Carlos y Ubaldo en la Fuente de la Risa; El buen gobierno de Débora y La generosidad de Ester, tejidas en París y Brujas, respectivamente.

Una selección que según comentó el director de la pinacoteca provincial, Juan Alonso de la Sierra, entronca a la perfección con el resto de contenidos de la sala de exposiciones permanente, coronada también por algunas de las grandes firmas del barroco andaluz aquí señaladas.

En definitiva, 14 piezas singulares de una importante colección que Vélez repartió entre otros cinco bloques temáticos que abarcan desde el barroco andaluz, que es la que impera en la presente muestra; el movimiento renacentista y costumbrista del siglo XIX; y el siglo XX, con un buen elenco de artistas representantes de la década 60 a la modernidad, donde tienen cabida "jóvenes que rompen con los estilos academicistas como Luis Gordillo".

La cuarta y quinta sección habló del estilo transgresor de algunos pintores y artistas actuales que llegan hasta nuestros días.

En su intervención, Yolanda Peinado hizo alusión a las palabras de Antonio Pulido, presidente de Cajasol, sobre "una colección de arte única en su género". Una amplia muestra del arte de todos los tiempos cuya faceta más antigua, que fue el siglo de oro español, se difunde ahora desde el Museo de Cádiz, gracias al convenio de colaboración que mantiene con Cajasol desde hace más de diez años.

Un acuerdo que se sustenta en la protección y difusión del patrimonio artístico, dijo Rosa Santos, subdirectora de la obra social y gracias al que ha sido posible la llegada al museo de numerosas exposiciones de gran interés a lo largo de esta década.

Para esta ocasión, se ha vuelto a publicar un catálogo de mimada edición, que incluye una detallada información sobre la muestra que en la tarde de ayer abrió oficialmente sus puertas al público.

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