La Plaza de Toros de El Puerto de Santa María ansiaba la llegada del cantaor Miguel Poveda, que una vez más demostró su poderío encima de las tablas en uno de los conciertos más esperados del verano en la localidad portuense. Su versatilidad y su capacidad para afrontar todo tipo de palos han llevado a este cantaor catalán a lo más alto del panorama actual del flamenco. En su último disco, ArteSano, Poveda ha ahondado en los ritos y geografía del flamenco en Andalucía, en un despliegue en el que encontramos bulerías (¡Qué disparate!), soleás (Con- vivencia) y sevillanas (Con luna y media). En un formato de dos partes, el artista centró su espectáculo en un cante más tradicional al principio, para dar paso a una segunda parte en la que ofreció temas de su disco Coplas del querer, con la colaboración del pianista Joan Albert Amargós.