Cultura

La Unesco declara Patrimonio de la Humanidad a Medina Azahara

  • El reconocimiento al conjunto arqueológico sitúa a Córdoba en la cima patrimonial y la equipara a ciudades como París o Roma

Vista de parte de los restos de la ciudad califal, en cuyas prospecciones se trabajó durante 65 años.

Vista de parte de los restos de la ciudad califal, en cuyas prospecciones se trabajó durante 65 años. / efe

El conjunto arqueológico español de Medina Azahara, ubicado en Córdoba, fue declarado ayer Patrimonio de la Humanidad por el comité de la organización reunido en Manama (Baréim), en un debate en el que no hubo objeciones. Córdoba, con cuatro reconocimientos en la cima del patrimonio, se equipara ya con ciudades como París o Roma.

El Consejo Internacional de Monumentos y Sitios, también conocido como ICOMOS, recomendó al inicio de la sesión que el nombre del lugar sea modificado a "la ciudad califal de Madinat al Zahara", con el fin de mantener el nombre histórico.

La organización pidió modificar el nombre a "la ciudad califal de Madinat al Zahara"

Entre otros puntos, pidió además actualizar y aprobar el plan de operaciones para Medina Azahara con el objetivo de asegurar la preservación del lugar.

Tras el nombramiento de la única candidatura española presentada este año, la embajadora delegada permanente de España en la Unesco, María Teresa Lizaranzu, aseguró que esta declaración es "un reconocimiento de la labor conjunta del Ministerio, de la Junta de Andalucía, del Ayuntamiento (de Córdoba) y a ese gran esfuerzo en la gestión y conservación".

Lizaranzu, que fue la primera en tomar la palabra, aseveró que Medina Azahara es "un ejemplo único de ciudad califal dentro del ámbito europeo y es parte de nuestro legado andalusí del que estamos muy orgullosos".

Además, destacó al centro de interpretación que está "perfectamente integrado, que es sostenible, contribuye a un mejor entendimiento y está mimetizado con el entorno".

Con esta decisión, España se posiciona en el tercer país del mundo con más lugares inscritos en la lista de la Unesco, por delante de Francia.

Medina Azahara alberga las ruinas de una ciudad fundada por el primer califa de Al Ándalus, Abderramán III, de la dinastía Omeya, en el año 936, siete años después de proclamar el Califato cordobés.

"La ciudad que brilla", pues ese es su significado, quedó reducida a ruinas menos de cien años después de su construcción y borrada de la historia, ya que fue destruida y saqueada durante la guerra civil que puso fin al Califato de Córdoba en el año 1010, un expolio que perduró con la reconquista cristiana y con el auge elitista en la capital cordobesa siglos después.

Los restos de la ciudad califal, que incluyen edificios, infraestructuras y objetos de decoración, permanecieron enterrados durante un milenio hasta que fueron descubiertos a comienzos del siglo XX a las afueras de la actual Córdoba, y no fue hasta 1911, con pocas referencias históricas sobre el yacimiento, cuando comenzaron las primeras excavaciones de la ciudad a cargo de Ricardo Velázquez Bosco, en aquel entonces arquitecto conservador de la Mezquita de Córdoba y que buscaba en Medina Azahara datos y materiales para reconstruir las portadas de la hoy catedral cordobesa.

Tras 65 años de excavaciones se lograron descubrir cerca de 200.000 metros cuadrados del yacimiento, y en 1985 la Junta de Andalucía asumió la titularidad y gestión de Medina Azahara, lo que inició una fase de actualización y modernización para adecuarlo a las necesidades museísticas de hoy.

El camino de la candidatura a su declaración como Patrimonio de la Humanidad comenzó hace dos décadas cuando fue inscrita en el listado de los bienes aspirantes, en el que se mantuvo en el año 2000, pero se descartó, y por parte de la Junta de Andalucía Cultura impulsó otros bienes patrimoniales de la región.

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