Curtidos en mil batallas, los integrantes de The Bon Scott Band han terminado convirtiéndose, por derecho propio, en una de las bandas tributo más reconocidas del panorama internacional. Con quince años de historia y cientos de miles de kilómetros a sus espaldas, sus espectáculos han dejado de ser un mero trasunto imitativo para convertirse en una re-creación de los directos de AC/DC.

Como toda buena banda tributo, The Bon Scott Band no sólo se dedica a interpretar los temas más conocidos de los célebres australianos, además ofrecen un show mimético en el que se visten como Angus Young y compañía.

Comenzaron su andadura allá en 1997, y en apenas cinco años actuaron en los principales festivales de la península, como el Viña Rock de Albacete o el Lorca Rock de Murcia; así como en las salas más importantes del país, como la Razzmatazz o la Bikini de Barcelona o la Aqualung de Madrid.

Aunque la mejor forma de advertir su talento es echándole un vistazo a los grupos con los que han compartido escenario dentro y fuera de nuestro país a lo largo de estos años: Iron Maiden, Manowar, Slayer, Motorhead, Saxon, Obús, Mago de Oz, Rosendo o los mismísimos Barón Rojo. Casi nada.

Tras ser invitados a participar en el prestigioso 'Blind Guardian Open Air Fest' de Coburg (Alemania), en 2008 celebraron su décimo aniversario publicando Coverage (Nuestro Rock), su trabajo más brillante hasta la fecha.

Tras diversos cambios en la formación, el proyecto que nació a partir de una serie de jam sessions improvisadas, llega a la sala Supersonic de Cádiz, a las diez y media de la noche, como un grupo sólido y consagrado que está integrado en la actualidad por Jordi Vázquez (voz), Ángel Camacho (bajo), Fredy Fresquet (guitarra rítmica), Ismael Berengena (guitarra solista) y Danny Pujol (batería).