El pasado miércoles, 8 de agosto, en la Plaza de Toros de El Puerto se retrocedió 20 años y se llevó a los allí presentes a un homenaje de la copla, denominado Azabache, que fue interpretado con motivo de la Exposición Universal de 1992 originalmente por Rocío Jurado, Imperio Argentina, Nati Mistral, Juanita Reina y María Vidal. En esta ocasión, la representación de esta nueva versión del musical, rebautizado ahora como Azabache: 20 años, fue realizada por jóvenes voces del panorama musical actual que han heredado la pasión por la copla de estas grandes damas. Pasión Vega, Pastora Soler, Diana Navarro y Manuel Lombo hicieron vibrar a los allí presentes con sus espectaculares voces acompañadas por un conjunto sinfónico dirigido por el maestro Jose Miguel Évora.

Cerca de las once la noche comenzó este homenaje de la copla 20 años después del espectáculo original. El público comenzó a entrar cuando las puertas abrieron pasadas las nueve de la noche, a pesar de estar programada su apertura a las 20:30 horas, lo que provocó pequeños enfados de algunos asistentes debido al largo tiempo de espera que sufrieron y a las altas temperaturas que se registraron el pasado miércoles en El Puerto.

Poco a poco el público fue ocupando los diferentes espacios que se habían acotado en el interior de la plaza según la entrada que se había adquirido, ya sean primeras filas, coso numerado y sin numerar así como la grada numerada y sin numerar. El público estaba impaciente y cuando fue llegando la hora del comienzo empezó a vitorear con ansias a los artistas que poco después envolverían a la Plaza de Toros y a El Puerto con aquellas coplas que forman ya parte del cancionero tradicional español y que ahora vuelven con más fuerza que nunca gracias a Azabache: 20 años.

Jose Miguel Évora comenzó a dirigir su orquesta cuando una Pasión Vega vestida de cordobesa arrancó los primeros aplausos del público interpretando de manera magistral una versión muy peculiar de Suspiros de España recitada originalmente en Azabache por Rocío Jurado. La interpretación acabó y tras una introducción musical, Pasión Vega le pasó el testigo a Pastora Soler que cantó La Lola se va a los puertos con un diseño rosa fucsia de volantes realizado por Cristo Bañez. Terminada la actuación, una espectacular Diana Navarro muy folclórica con bata de cola roja interpretó de la manera en que ella lo sabe hacer Carmen de España. Cuando la malagueña terminó, el sevillano Manuel Lombo entró en escena teniendo al público metido en el bolsillo. Señorío fue la copla que revivió en ese momento en El Puerto, el artista hizo un guiño a la ciudad y cambió una parte de su letra para agradecer al público su entrega y dedicación.

Una vez que todos los artistas fueron interpretando cada una de las coplas con un gran calidad vocal, se iban alternando en el escenario cambiando de vestuario en cada interpretación. Después de Señorío, Pastora Soler, enfundada en una bata de cola de las de antes color coral con mantón blanco y abanico a juego, cantó Triniá con un gran sentimiento que fue recogido con cariño por el público. Ojos verdes fue la copla que prosiguió con el espectáculo donde Pasión Vega hizo suyo el tema interpretando la canción con un largo vestido verde muy elegante donde consiguió una actuación acorde a la letra de la canción. Después de una pequeña introducción musical para que las canciones estuvieran enlazadas, Manuel Lombo salió al escenario para interpretar Conruedas de molinos. Su vestuario estuvo marcado por un pañuelo anudado al cuello que trasladaba al sevillano a la época de la copla que interpretó con gran maestría. Cuando terminó la canción, esperó a que entrara su compañera Pasión Vega que cantó Tatuaje. Lombo le encendió un cigarrillo y poco después desapareció para dejar el escenario a su compañera. Los tientos del cariño interpretada por Diana Navarro, La Lirio cantada por Manuel Lombo, Pastora Soler con Cinco farolas y La violetera recitada de manera magistral por Diana Navarro, hicieron concluir un primer bloque en donde el maestro Jose Miguel Évora dejó la dirección de su orquesta y pasó el testigo de la música al guitarrista Pedro Sierra y a una caja flamenca.

Pasión Vega abrió esta nueva parte cantando Y sin embargo te quiero. Una interpretación que hizo saltar las lágrimas a muchos de los allí presentes. Antonio Vargas Heredia recitada por Manuel Lombo con el mismo acompañamiento, también levantó a los allí presentes al final de la actuación. Cuando el sevillano finalizó la actuación le cedió el escenario a Diana Navarro y a Pastora Soler que ambas, por separado, interpretaron con arte y mucho salero La Tarara, La Loba y Qué no daría yo. Cuando finalizaron sus actuaciones sentadas en una silla de enea y acompañadas por palmeros, el público allí presente se quedó pegado a sus asientos sin ser conscientes de lo que todavía les quedaba por vivir durante el resto del espectáculo.

Jose Miguel Évora volvió a su posición y fue Manuel Lombo con Capote de grana y oro quien rompió el silencio en la plaza. Una vez concluida su actuación y tras unos capotazos en al aire del sevillano, Diana Navarro enfundada en dorado recitó María de la O con mantón a juego. La parte más taurina del espectáculo continuó con una torera llamada Pasión Vega que con capote en mano realizó una gran actuación para el tema Francisco Alegre. El clavel volvió a escena gracias a Pastora Soler, cuya actuación levantó al público asistente una vez finalizada.

Llegando al final del homenaje a Azabache, el director de la orquesta se colocó al piano y Manuel Lombo y Pastora Soler interpretaron juntos Cárcel de oro que finalizó con un gran abrazo de los dos amigos. Diana Navarro interpretó a dueto El día que nací yo con su amiga Pasión Vega.

Después de cerca de tres horas, los cuatro artistas interpretaron a modo de finalización del espectáculo Suspiros de España, que levantó a todos los allí presentes de sus asientos. Al finalizar la actuación, los cuatro intérpretes saludaron a los allí presentes y mostraron su agradecimiento y felicidad a El Puerto. El sábado 25 de agosto estarán en Algeciras.

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