"Estamos hechos de pasado", dice el periodista y escritor Fernando Delgado que esta tarde, a las siete y media, presenta su última novela, De una vida a otra, en el Baluarte de la Candelaria durante la Feria del Libro de Cádiz.

Ya que no somos conscientes del presente hasta que ese tiempo se convierte en pasado, Delgado recoloca el espejo retrovisor para mirar a un reformatorio en los años 60 y relatar la dura vida de un niño en esta institución. Esta situación no es ajena al escritor de Santa Cruz de Tenerife que impartió clase en uno de esos centros en Canarias.

En De una vida a otra, el autor cuenta la historia de Román, un pintor que contacta por internet con su profesor de arte del reformatorio al que irá contando todos los recuerdos sobre su adolescencia en el internado, recuerdos que habían permanecido ocultos hasta entonces. Román explicará a su ex profesor, entre otras cosas, cómo pasó de ser un niño criado con lo más granado de la sociedad tinerfeña a acabar encerrado en un internado para delincuentes, huérfanos y niños abandonados.

Así, el recuerdo de la infancia se convierte en uno de los temas centrales de esta novela donde se muestra el antes y el después de este joven, y de sus vidas contrastadas. Pero este libro también constituye una historia de iniciación, la de unos chicos que descubren su primera vez y que van con los ojos abiertos y ven de todos, el sexo, el amor, el odio, los abusos, la represión... Incluso imitando la vida de los mayores, imitando e inventando una vida diferente para no afrontar una realidad demasiado dolorosa.

Pero también en De una vida a otra está muy presente el destino. "He querido hacer una novela sobre el capricho del destino y sobre cómo éste puede determinar la biografía de los otros, cómo los actos y el comportamiento de los otros puede modificar tu destino. Y cómo este azar puede determinar la vida de un inocente", según ha dicho en alguna ocasión el autor que fue Premio Planeta por La mirada del otro.

Durante la presentación en Cádiz, Fernando Delgado estará acompañado por el periodista de la Ser Pedro Espinosa.