Gastronomía Estas son las tapas de atún rojo de almadraba que podrás probar en la Feria del Atún en Barbate

encuentro

Paco Álvarez trae los rumores más suculentos de la Roma clásica a La Casapuerta

El mito del banquete de Heliogábalo, reproducido por artistas como Alma-Tadema, es uno de los que desmonta Paco Álvarez.

El mito del banquete de Heliogábalo, reproducido por artistas como Alma-Tadema, es uno de los que desmonta Paco Álvarez. / D.C.

Pompeya tuvo la culpa, cuenta Paco Álvarez, de su epifanía: esa que le sacudió gritándole que la gente de la antigua Roma y sus descendientes de provincias seguimos siendo un reflejo bastante exacto. Es difícil no encontrar un paralelismo, o una supervivencia. La influencia de todos los demás imperios palidece a su lado. Entre esas muchas cosas en común está el gusto por el chismorreo. Y la existencia de bulos. Y de los mensajes viralizados. "¿Era Claudio tan tonto?”, “Dibujar penes trae buena suerte” o “César, cómo ganar una batalla a base de rumores” son algunos de los temas que trata Crónica rosa rosae (Larousse), el libro del que hablará hoy en el bar La Casapuerta a partir de las ocho y media. 

Las anécdotas suculentas de la Roma de la antigüedad -sobre todo, las de los emperadores; sobre todo, las de la familia Julio-Claudia- son las que nos llaman la atención y las que han quedado en el imaginario colectivo. Pero Paco Álvarez las pone en cuarentena: con pinzas hay que coger aventuras como el caballo senador de Calígula, la última puñalada de Bruto o el banquete de Heliogábalo. Aunque nos las cuenten nombres sacralizados, como Tiberio o Cicerón. 

Rostro conocido de la divulgación histórica, a través de este y sus otros títulos (Somos romanos, Estamos locos estos romanos, Romanos de aquí, Mitomorfosis), Paco Álvarez intenta difundir un mensaje principal: lo poco que hemos cambiado en los últimos siglos porque seguimos siendo romanos, tal vez sin darnos cuenta. Aquí estamos, más de dos mil años después, hablando un latín evolucionado y celebrando con saña las saturnalia, recorriendo las mismas vías y defendiendo como identidad el aceite, el pan y el vino. Un imperio sin fisuras.  

Tags

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios