La obra que prepara la compañía de Rocío Molina para la Bienal parte de una reflexión sobre el tiempo y la forma en que lo vivimos a partir de una tierna mirada a la vejez. Su nombre contiene un reconocimiento a esta etapa de la vida que, en opinión de la bailaora, es como ese oro ajado, deteriorado por fuera pero con un inmenso valor interno. Cuenta Rocío que, en los últimos meses, se ha detenido a mirar y ver pasar las tardes como tantas personas mayores, sentada en un banco de cualquier parque. Ha visto cómo ellos ven pasar la vida sin prisas, mientras los jóvenes corren apresuradamente. Tras ello, reconoce haber sentido envidia de los primeros. Esa reflexión tiene mucho que ver con su propia vida, en la que admite llevar corriendo desde los ocho años.

Desde ese punto de partida, y siempre en torno a un banco que presidirá la escena y la acción, la artista ha configurado un espectáculo con pocos elementos y que, entre ellos y casi por parejas, tienden a oponerse entre sí. Es lo que puede ocurrir con el baile de la propia Rocío y el de su compañera Laura o el de los dos bailaores invitados para la ocasión: el gaditano Eduardo Guerrero y el madrileño Moisés Navarro. Lo mismo podría pasar con la música y forma de tocar de los dos guitarristas, Rafael Rodríguez y Paco Cruz. Finalmente, y tras pensar mucho si incluir o no cante, éste estará a cargo de Rosario Guerrero 'La Tremendita.

La obra Oro Viejo, en opinión de sus creadoras (pues, además de Rocío, Laura firma alguna de las coreografías), no tendrá más guión que el que marquen sus bailes, que quieren que impacten ante todo por su belleza. Declaran huir deliberadamente de efectismos que están al alcance de todos y que no reprueban, pero que no tienen lugar en este nuevo trabajo. "Los bailes serán cortos, de no más de cinco minutos, y escobillas, por ejemplo -señala Rocío- va a haber las mínimas". Todo en la obra parece estar imbuido de una especial sensación de quietud placentera y tanto Rocío como Laura aseguran que nada puede desentonar en esa intención. También advierten de que el espectáculo no tendrá una estructura tradicional, Las dos artistas confiesan su amor por la danza y su pasión por el flamenco: " Lo que nos ha movido a ser bailarinas ha sido el flamenco".