El especialista y maestro en efectos especiales cinematográficos Reyes Abades falleció ayer a los 69 años de edad, según informaba la Academia de Cine a través de las redes sociales. Abades había ganado a lo largo de su carrera nueve premios Goya y para la edición de este año estaba doblemente nominado por Oro y Zona hostil.

Técnico en efectos especiales, era uno de los profesionales más reconocidos y respetados en su campo, con más de 35 años de carrera cinematográfica. Ganó nueve premios Goya a los mejores efectos especiales, el último, en febrero de 2011, por Balada triste de trompeta(2010). Los anteriores se los llevó por: ¡Ay, Carmela (1990), Beltenebros (1991), Días contados (1994) El día de la bestia (1995), Tierra (1996), Buñuel y la mesa del rey Salomón (2001), Lobo (2004) y El laberinto del Fauno (2006).

Nació en Castilblanco (Badajoz), en 1949. Enamorado del cine desde pequeño, en los años 60 sus padres emigran a Madrid y Abades se propone trabajar en el cine. Su gran oportunidad le llega en 1968, cuando comienza colaborando en empresas españolas, italianas, francesas y estadounidenses, hasta que en 1979 consigue crear su propia empresa, Reyes Abades Efectos Especiales S.A, instalada en Torrejón de Ardoz de Madrid.

Con esta empresa participó en más de 350 largometrajes, tanto dentro como fuera de España, y también colaboró en espectáculos audiovisuales, grandes eventos (como las ceremonias de apertura y clausura de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92), parques temáticos (como la Cabalgata de la Expo 92 de Sevilla), publicidad, televisión y teatro.

Medalla de Extremadura, en 2010 recibió la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes de España.