El gran mecenas del arte José Luis Várez Fisa, cuyo apellido es el único que da nombre a una de las salas del Museo del Prado, falleció ayer en Madrid.

Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes 2012, junto con su esposa María Milagros Bénegas, Várez Fisa (Barcelona, 1928) había recibido también la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio y el Premio Arte y Mecenazgo 2011 y protagonizó el pasado año la mayor donación que ha recibido el Museo del Prado desde Francesc Cambó.

Paralelamente a la labor empresarial que desarrolló a lo largo de toda su vida, se inició como coleccionista de arte a principios de los años 60, dedicando gran parte de su tiempo a comprar arte en subastas y ferias internacionales, buscando la oportunidad de traer de vuelta a España obras de pintores españoles.

Várez Fisa formó una de las más importantes colecciones de arqueología a nivel internacional. Fruto de su interés por las culturas del mundo antiguo, recuperó 181 piezas egipcias, ibéricas, celtibéricas, griegas y romanas, que durante décadas adquirió principalmente en el mercado internacional y que en 1999 pasaron a formar parte de la colección del Museo Arqueológico Nacional.

Miembro del Patronato del Museo del Prado en dos ocasiones, la primera de 1980 a 1984 y la segunda de 1986 a 1991, siempre mantuvo una estrecha vinculación con esta institución, a la que donó dos representaciones de San Cristóbal, una en 1969 con un importante retablo anónimo del Siglo XIV y otra en 1988 con un lienzo de Orazio Borgianni.

El pasado año, las colecciones del Museo del Prado se enriquecieron con la donación de doce obras de arte español desde 1200 a 1500, hecha por José Luis Várez Fisa y su esposa María Milagros Benegas.

Formada por pinturas y esculturas, la donación, que se exhibe en la remodelada Sala Várez Fisa, permite completar el discurso del arte medieval y renacentista español.