El Monkey se va de El Puerto
Música
El principal festival indie del panorama nacional se traslada a Sevilla tras el éxito de siete ediciones.
Un festival distinto, una marca asentada en el panorama profesional, ganas de estabilidad... Monkey Week empezaba a ser algo demasiado apetitoso. Nacido con el inicio de la crisis económica de la cabeza de tres portuenses inquietos, Tali Carreto y los hermanos Guisado, surgió una idea rompedora y sobrevivieron milagrosamente a los peores años de la industria musical en un rincón que cada año había que vender a los nuevos patrocinadores. Durante el puente del Pilar se convirtieron en referencia. En temporada media baja llenaron lo hosteles de El Puerto de indies y llamaron a aquello la ciudad de la música. Cada bar era un local de conciertos. La desconfianza inicial de la ciudad acabó abrazándolos como una fuente de riqueza. Ahora el 'mono' se va.
La organización del Monkey Week confirmó ayer el runrún que no paraba de sonar desde el final de la última edición: el próximo Monkey será en Sevilla, en la Alameda de Hércules, en el mes de octubre y en fechas todavía por definir.
El argumento aportado para justificar el cambio de ubicación desde El Puerto, donde hace siete años surgió este híbrido de feria profesional y festival musical al uso, convertido ya en principal punto de encuentro de la escena independiente nacional, incide en que se trata de una "consecuencia lógica de su crecimiento" y que con el mismo se pretende potenciar "la afluencia profesional y de público del evento".
El traslado ha generado tanta expectación como polémica en las redes sociales durante los últimos días. Para El Puerto, amén de un evento que proyecta nacional e internacionalmente la marca de la localidad, Monkey Week supone una notable inyección económica para los sectores hotelero y hostelero fuera de temporada alta. Quizás por ello, la organización anuncia que "está valorando en colaboración con el Ayuntamiento de El Puertola realización de otro evento bajo cabecera de Monkey Week en primavera de 2017 en dicha ciudad". Tali Carreto, portavoz de la organización, hablaba ayer de buscar un festival también en temporada baja en el que "haya más ocio que negocio, mucho más festivo, centrándonos en la música más que en la industria con un formato similar en cuanto a conciertos y showcases". Los organizadores han subrayado que no ha existido ningún problema con el Ayuntamiento, aunque la noticia generó un cruce de ajustificaciones y acusaciones políticas. "Esto no tiene nada que ver con la política", afirma Carreto.
"Las razones que han motivado esta decisión radican en esa búsqueda siempre constante de una mayor respuesta de la industria musical que mueve una feria profesional de las características de Monkey Week. Una ciudad como Sevilla favorecerá sin duda una mayor afluencia de profesionales y empresas del sector a un evento que cada año ha ido sumando más demanda en dicho sentido. Con una mayor facilidad en comunicaciones y alojamientos, la capital andaluza supondrá un nuevo impulso en el impacto tanto nacional como internacional de Monkey Week en la comunidad profesional de la música independiente", añaden los organizadores, que no repara en la presunta mínima implicación de las autoridades municipales portuenses en la celebración del festival, queja proverbial por parte de sus organizadores.
"La apuesta por trasladar la celebración de Monkey Week de un casco urbano a otro con tanto encanto como la sevillana Alameda de Hércules continuará adelante con uno de los rasgos también característicos del festival: Monkey Week seguirá siendo una auténtica Ciudad de la Música. Así, las diferentes actividades del festival tendrán lugar en un barrio de dimensiones similares a las utilizadas en ediciones anteriores en su hasta momento sede habitual, contando de nuevo con escenarios de calle, espacios escénicos no habituales, edificios históricos y, todo un clásico ya, su circuito por diferentes salas y bares", se detalla, haciendo hincapié en que el festival mantendrá exactamente la misma fórmula que lo ha hecho célebre: conciertos en salas de mediano y pequeño aforo -en la Alameda y su radio se encuentran, entre otras, Fun Club, Malandar, Sala X, la Sala y Sala La Calle-, bares -incontables-, teatros -Teatro Central y Teatro Alameda- y escenarios al aire libre. Junto a éstos, el apartado profesional conservará también previsiblemente la misma estructura, construida en torno a encuentros, conferencias y mesas redondas.
"Festival urbano, feria profesional y acontecimiento cultural a la vez, uno de los objetivos principales de la Organización será reproducir la experiencia Monkey Week en un barrio tan emblemático como la Alameda de Hércules de la capital de Andalucía. Para ello cuenta ya con la colaboración del ICAS y el Ayuntamiento de Sevilla, a los que agradece la confianza depositada en un proyecto de tal envergadura", explican en una nota, que concluye avanzando que en breve se anunciarán "las fechas concretas de celebración de Monkey Week 2016 en su nueva ubicación".
Junto al apartado profesional, razón de ser del Monkey Week, el festival ofrece al público generalista una auténtica avalancha de actuaciones concentradas en tres días. Junto a bandas emergentes, que encuentran en el evento el mejor escaparate para lucirse frente a los profesionales del sector, figuran además cabezas de cartel con mayor proyección. Así, a lo largo de su historia, por el festival han desfilado ya, entre otros, Neneh Cherry, Hawkwind, Oneida, The Posies, Herman Düne, Sidonie, Guadalupe Plata, Pony Bravo, Grupo de Expertos Solynieve, The Buzzcocks, Triángulo de Amor Bizarro, Howe Gelb, Nacho Vegas, Josh Rouse… El listado, al fin, resulta tan extenso como atractivo.
El gobierno local de El Puerto ya daba por perdido el festival hace semanas. la delegada municipal de Cultura, María Eugenia Lara, ha entendido la decisión de los organizadores: "Apoyamos este espíritu de expansión que tienen los creadores del festival. Donde vayan llevarán la esencia del Monkey y el estandarte portuense".
El PP no lo ve del mismo modo y ha lamentado la marcha del festival a través de su concejal Germán Beardo: "El festival nació con la creatividad de jóvenes emprendedores y apoyado los gobiernos del PP en las dos pasadas legislaturas. Era una ventana al mundo para nuestra ciudad, un impulso económico fuera de la temporada de verano. Con el gobierno municipal del PP no sólo se inició este festival, sino que también lo conseguimos retener, porque ofertas para su traslado han recibido los promotores en varias ocasiones durante estos años. Con un poco de creatividad e implicación, podría haberse conseguido otra vez".
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