Cultura

'Limbo' o el más allá artístico y en movimiento de Pablo Fernández-Pujol

  • El ECCO acoge mañana la inauguración de la nueva propuesta del artista gaditano La integra una veintena de piezas entre pintura, escultura y una importante presencia de vídeo instalación

El más allá encuentra su propio sentido en la obra de Pablo Fernández-Pujol. Limbo es el título de la exposición que mañana inaugura en el Espacio de Creación Contemporánea (ECCO) a las 20.00 horas, integrada por una veintena de piezas entre escultura, pintura y vídeo-instalación.

El artista gaditano vuelve a introducirse en esos simbólicos espacios intermedios entre la vida y la muerte, entre un estadio y otro, como en su anterior exposición metamorfosis, entre los propios ciclos de la vida, que es lo que realmente le apasiona.

Según explica mientras finiquita el montaje de sus creaciones, Limbo indaga en las distintas acepciones de esta palabra, en todo momento alejada de su concepción católica, a través de una serie de piezas que hablan de la muerte, pero depuradas de todo dramatismo. "Es un encuentro entre lo dramático, lo solemne y el humor negro, pero sin llegar a la parodia", asevera el artista.

Un punto intermedio este Limbo de Pablo Fernández Pujol donde su pintura da paso a una serie de piezas dinámicas que alcanzan su máximo apogeo en una serie de vídeos y vídeo animaciones. Entre ellas, varias esculturas inspiradas en tumbas tuneadas, con referencia "a todo tipo de nichos que uno se encuentra en los cementerios. Hago una especie de homenaje a esas personas que llevan el humor hasta el final de sus días, hasta la muerte".

Entre ellas juega un papel fundamental la pieza La tumba de Juan Zanganito, obra que da la bienvenida al visitante. "Se trata de una tumba realizada en mármol tallado con una mirilla de puerta convencional, dando la sensación de que alguien nos observa desde el otro lado", en este guiño humorístico que no pasa desapercibido.

La pintura también está presente con una serie de estudios de tumbas, "más o menos narrativas, más o menos figurativas, con la base y referencia de nichos". Un conjunto de acuarelas que gran y mediano formato, explica el artífice gaditano.

Sobre enterramientos y huesos también introduce un par de carbones, uno de ellos completado por la obra de un colaborador, el escultor Quiñones, que ha construido una muela a gran escala de mármol italiano tallada, de unos 45 cm de longitud y 30 kilos de peso. Una obra que se exhibe junto a la pieza en la que Fernández-Pujol ilustra una mandíbula. "Aparece delante de mi dibujo a carbón sobre papel de 150 x 150 que representa una mandíbula precaria de piezas dentales. Ambas piezas dialogan desde sus respectivas dimensiones, haciendo una reflexión sobre el paso del tiempo", asevera.

Pero no es la única colaboración con la que ha contado para Limbo. José Manuel Díaz Pino ha realizado un esqueleto articulado en forja titulado Metaleto que, a su vez, interacciona con un vídeo animación.

La faceta animada continúa en este recorrido por la sala 6 y 7 de los espacios abovedados del ECCO, donde integra otra vídeo instalación compuesta por tres piezas trabajadas con pintura fotoluminiscente, otorgándole un aire fantasmagórico. Un proyecto que trabaja con el simbolismo del hombre cabra, el baile de animas o el cosmos representado con una mano que porta la bola del mundo girando. El audio también es parte importante de la pieza, "con el fin de amplificar el sentido de las acciones, del movimiento".

El viento, en su vertiente más dinámica protagoniza otro vídeo más convencional. Una especie de danza de camisas planteadas desde la ciudad del viento, Tarifa. Viento sobre vegetación y viento sobre ropa.

Y es que la animación es una de las bazas de esta propuesta colmada de dinamismo, donde el movimiento alcanza un peldaño más. Una faceta de su obra que va de la mano de su concepción del arte y del propio sentido de la vida. "Sin ser autobiográfica, ni un diario convencional, me interesa jugar con los ciclos de la vida porque me permite producir proyectos en movimiento". Un proceso muy vinculado al lenguaje cinematográfico en el que Fernández Pujol se siente como pez en el agua. "Sigo pintando porque soy pintor de base, pero este lenguaje me permite introducir nuevos elementos". Elementos de aquí y de allá, de un más allá donde encuentra el limbo de su propio arte.

`limbo'

Pablo Fernández Pujol Espacio de Creación Contemporánea (ECCO), Pintura, escultura y vídeo instalación. Hasta el 10 de enero en la bóveda 7y 8.

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