Jota Linares, cineasta de Algodonales, debuta como escritor: "La crisis pasó por encima a mi generación y eso me ha marcado"

El director presenta su primera novela 'El último verano antes de todo', que habla desde un pueblo de "algo tan universal como el paso de la adolescencia a la vida adulta"

El algodonaleño Jota Linares, tercera película y primera novela

El director y escritor Jota Linares. / Efe/ Daniel Pérez
Efe / José Luis Picón

Málaga, 15 de octubre 2022 - 12:24

El cineasta de Algodonales Jota Linares, que ha debutado como escritor con 'El último verano antes de todo', considera que la crisis de 2008 "pasó por encima" a su generación, y eso le ha "marcado tanto" que es un fenómeno que "recorre" toda su filmografía y también está en su primera novela.

"Salimos de la universidad y antes nadie pensaba que no se iba a dedicar a lo que había estudiado. Teníamos que mentir para trabajar en una tienda de ropa, quitar formación del currículum porque nos decían que estábamos sobrecualificados, y lo que queríamos era pagar el alquiler", asegura en una entrevista con EFE.

Jota Linares (Algodonales, 1982) considera además que han empezado "a vivir muy tarde" y a él, que debutó como director con 35 años, se le dice que lo consiguió muy joven, cuando "en los 90 a esa edad lo normal era tener varias películas".

"Hablo desde el privilegio de que he conseguido dedicarme a lo que me gusta y me va bien, pero he visto a mucha gente que se ha quedado por el camino con un talento abismal".

Algunos de los personajes de su novela quieren salir de Laguna, el pueblo donde se desarrolla -ficticio pero que se puede identificar con Algodonales-, algo que cree una "sensación propia de la adolescencia".

"Ya seas de pueblo, de barrio o de ciudad, a los 17 o 18 años te crees más listo de lo que eres, y quieres volar, irte lejos de tu familia y probar cosas a las que no te atreves".

Por ello, habla en la novela "de algo tan universal como el paso de la adolescencia a la vida adulta". "Es raro que ese paso no se haga a través de la rebeldía, y luego vuelves como adulto y aprendes a reconciliarte con ese lugar al que odiabas porque era pequeño y no te pasaron cosas agradables".

"No quería una novela triste ni deprimente"

El protagonista ha conseguido su sueño de ser director de cine, "y el problema es que esos sueños no sean como creía que iban a ser", porque Linares no quería "caer en el cliché de los sueños rotos y el fracaso" y advierte de que, "a veces, tan peligrosos son los sueños no cumplidos como los cumplidos".

"En esa vuelta al pasado y al pueblo, que es casi como el vientre materno, hay mucha luz y mucha esperanza. No quería una novela triste y deprimente, sino que habla de reinventarte, salir adelante y no olvidar que estamos vivos y podemos conseguir reponernos de todo lo que nos pase".

Tanto en las historias que escribe para el cine como en esta novela le gusta definir un retrato psicológico de los personajes, porque le gustan que estos sean "ricos, con matices, inquietudes y sombras".

"La psicología me gusta mucho. Me habría encantado estudiarla y no lo descarto. Todos tenemos una parte oscura que está ahí latente, y los personajes son reales porque se equivocan y a veces aciertan, son grises. Las personas no somos blancas ni negras, somos grises, y es lo que me interesa como lector y como espectador".

"Las plataformas corren el riesgo de devorarlo todo"

Linares, que ha rodado para plataformas como Netflix o Amazon Prime, cree sobre el modelo que se impondrá en el futuro que "la respuesta la va a dar el tiempo" y apunta que hace unos años "cambiaba todo tan rápido que no se sabía adónde iba, pero la pandemia lo ha catapultado todo".

"Las plataformas tienen cosas malas, pero por primera vez tengo la sensación de que han sentado las bases de una industria. No he visto tanto trabajo en mi vida, y puedes incluso elegir. He dicho que no a proyectos este año porque no me gustaban o no me interesaban, y en la vida pensé que podría hacerlo".

La "cara negativa" es que "han habituado al público a un consumo demasiado masificado, en el que no hay una implicación activa", y ahora "la gente le da al 'play', consume y opina, y eso hace que películas estupendas pasen desapercibidas o vayan a un público que nunca iría a verlas a una sala de cine".

Las plataformas "corren el riesgo de convertirse en un monstruo que lo devora todo". Cita el ejemplo de "La casa de papel": "Sé el esfuerzo que es hacer una producción de ese nivel, y la gente la consume en una tarde, ocho capítulos con avaricia, y al día siguiente los ha olvidado".

Por eso, defiende a las plataformas "que van a un capítulo por semana, porque generan diálogo, hacen que el interés se mantenga y tienen más respeto al equipo técnico y artístico".

Cree que sería difícil adaptar su novela al cine, "quizás no tanto a una miniserie, porque tiene muchas tramas, conforme avanza se vuelve coral, tiene saltos en el tiempo y conflicto interior en los personajes, y esto es mortal en el cine".

Sabe que los códigos del cine y la literatura son distintos, "la noche y el día", y por eso cuando empezó a escribir la novela quería "olvidar al Jota director de cine", porque pensaría en códigos que le iban a "lastrar".

Ya experimentó con los distintos lenguajes en '¿A quién te llevarías a una isla desierta?', que primero fue un cortometraje, después una obra teatral y por último se convirtió en su segundo largometraje.

"Cuando adaptamos la obra de teatro al cine tomé decisiones muy arriesgadas. La obra era mucho más comedia, pero en la película no me apetecía, quería que fuera un dramón y cambié el tono".

Siente que ese largometraje todavía hoy le sigue "cambiando la vida". "Todo lo que tengo se lo debo a esa película, incluida la novela, porque la gente de la editorial Planeta la había visto y le encantó".

Editar con Planeta su debut literario le da "mucho vértigo y respeto" y Jota Linares quiere devolverles lo que ha recibido, al "apostar por una primera novela sin venir del mundo de la literatura".

Ya piensa en su cuarta película

En el cine, ya piensa en su cuarta película, que rodará el próximo año, tras escribirla con Jorge Naranjo -con quien ya escribió 'Las niñas de cristal'-, y con la producción de María del Puy, con quien ha vivido "un proceso muy gratificante, porque es alguien con mucha experiencia y con las ideas muy claras".

No puede adelantar mucho de la historia, y solo avanza que estará ambientada "por arriba, pero con varios personajes andaluces", y que la rodará para cines, porque viene "de hacer dos películas seguidas para plataformas" y le "apetecía" volver a las salas.

Sin embargo, admite que "da un vértigo tremendo, porque ahora una película te puede durar dos semanas, y si tu película no funciona el primer viernes, el multicine te la pasa el sábado a una sala pequeña".

A Jota Linares le "encantaría" a partir de ahora estar "a caballo" entre el cine y la literatura. "La novela ha sido dura, porque han sido muchos años, soy un director de cine en activo y me ponía con ella los fines de semana. Me apetece mucho escribir otra novela"

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