Visualizar de un plumazo lo que se cuece en la literatura gaditana es posible en Los cuadernos del Cronión II. Veinticuatro autores entre escritores, poetas, prosistas, fotógrafos, ilustradores y dibujantes hilvanan sus historias en esta serie de doce libros producidos por la editorial madrileña Del centro editores, bajo la coordinación de Nieves Vázquez.

Durante la presentación de la colección Claudio Pérez Míguez, director de esta editorial madrileña especialista en libros exclusivos y artesanales, explicó que tan importante es "el lugar donde nacemos", como los "que elegimos para sentirnos como en la propia casa". Y en su caso es Cádiz, a quien hace este "regalo" en nombre de muchos de sus embajadores literatos.

Entre ellos figuran firmas totalmente consolidadas en la literatura gaditana e incluso española; otras que alcanzan la madurez productiva, de jóvenes que comienzan a escribir o de autores que han iniciado tarde su trayectoria, explicaba la coordinadora, Nieves Vázquez. Todos tienen cabida en esta obra mimosamente producida, centro neurálgico del stand que Librería del Centro de Madrid tiene en esta Feria del Libro de Cádiz.

Escritores e ilustradores gaditanos se dan la mano en este interesante proyecto que protagonizan desde José Manuel Benítez Ariza, Juan Bonilla, Eduardo Mendicutti, Josefa Parra, Carmen Moreno, Pilar Paz o Félix Palma. Entre las curiosidades consta la participación de un único autor fallecido, Manolo Millares, por petición expresa de Caballero Bonald, autor del cuadernillo 14. Asimismo, Felipe Benítez Reyes, que el pasado año actuaba en calidad de escritor, lo hace ahora como ilustrador de Bonilla.

Un "homenaje" en toda regla a "Cádiz, su creación y creatividad" decía Vázquez en una colección que toma su título del Templo de Cronos, que un día se erigió en donde hoy se levanta el castillo de San Sebastián, y que "hace referencia al tiempo, porque la creación es una forma de luchar contra él", puntualizaba.

La coordinadora de la serie agradecía el compromiso que esta visionaria editorial adoptaba con la literatura gaditana. Sobre todo, teniendo en cuenta el espíritu que invade sus producciones, de las que solo se editan 100 ejemplares, para los que el tiempo-cronos se acaba, "pero que permanecen en la memoria del texto", puntualizaba.