A las doce de la mañana de ayer las taquillas del Gran Teatro Falla se abrieron para recibir a las más de cien personas que esperaban impacientes con el fin de no quedarse sin entradas para las divertidas y atractivas ofertas que acoge la programación otoñal del Gran Teatro.
El día amanece frío y nublado, parece que la lluvia va hacer acto de presencia en cualquier momento pero esta no es razón para que Carlos Herranz no se levante muy temprano para dirigirse al Gran Teatro Falla. Desde las siete y media de la mañana, Herranz encabeza la cola con el objetivo de hacerse con entradas para las obras Els Joglars y Seis clases de baile en seis semanas, de Lola Herrera y Juanjo Artero .Tras él se va formando, poco a poco, una gran hilera de gente que llega a alcanzar las 95 personas en el mismo instante en el que se abren las ventanillas.
Sillas, libros y cánticos hacen la espera más amena para cada uno de los presentes. Silvia Caro es una chica de 20 años que esa mañana se ha examinado del carné de conducir y que con motivo de su aprobado ha decidido irse al Falla con sus dos amigos, Roberto y Jennifer, a comprar entradas para el musical Jesucristo Superstar, y así celebrar a lo grande un momento tan señalado. La alegría de Caro contagia a los demás haciendo de la cola un lugar de risas y animación.
A pesar de la gran hilera de gente que se ha ido formando a lo largo de la mañana, la gente no está descontenta y algunos opinan que "no pasa nada, sólo se trata de levantarse temprano una vez al año", afirma, entre risas, Manuel Campo, uno de los más madrugadores.
Otra de las formas de amenizar la espera es la de turnarse con los amigos para que "no nos duelan las piernas de estar a pie quieto", afirma una de las allí presentes. El café bar Ducal es uno de los recursos más utilizados para entretenerse y hacer pequeñas salidas de la fila para tomar algo y descansar un poco. "¡Ni para el fútbol se forma tanta cola!", grita un hombre que desayuna en este bar. Pero el personal de taquilla no se hace esperar y a las doce en punto se abre la ventanilla y la cola comienza a tener algo de movimiento.
Uno a uno, los más madrugadores van abandonando las taquillas. Francisco Almagro, que fue el segundo en llegar al Teatro, es un habitual en la programación del Falla, aclarando, desde su experiencia, que tanto los precios como la oferta "son como todos los años, ni más ni menos".
"Muy caro para como está el nivel de vida", es la opinión de Mari Luz García al preguntarle por los precios de Jesucristo Superstar. El musical, junto con el Concierto de Año Nuevo, han recibido críticas por sus altos precios, sobre todo por parte de personas como Ana María Palacios, que ve mal que ambos eventos no "admitan carné de mayor ni admitan nada que rebaje sus precios". Pero nunca llueve a gusto de todos, pues también existen opiniones contrarias como la de Manuel Campo, que asegura que "en otros teatros los precios son más altos".
Aun así, Jesucristo Superstar es el más popular entre la gente de la cola, seguido de cerca de la obra teatral de Lola Herrera y Juanjo Artero, Seis clases de baile en seis semanas, y Els Joglars.
Según las declaraciones de los asistentes, el medio de información que más ha hecho mella a la hora de dar a conocer la programación otoñal ha sido Internet, aunque otros, como Manuel Pérez, afirma que se ha enterado a través de "los carteles colocados en el paseo marítimo".
Este ha sido un avance del indudable triunfo de la programación otoñal 2008 del Gran Teatro Falla. Una mañana, que sirve como espejo de la que podría ser una exitosa oferta, que parece estar cautivando la atención de muchos gaditanos .
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