Cultura

La obra más realista de la Galería Benot

  • Carmen Bustamante, Carlos Morago, Pedro Escalona y Javier Banegas protagonizan una colectiva con el hilo conductor del realismo

La Galería Benot abre nueva exposición con la obra de sus artistas más realistas. La de Javier Banegas, Carmen Bustamante, Pedro Escalona y Carlos Morago que, desde una temática bien distinta, convierten el dominio técnico del realismo en el principal hilo conductor.

Cuatro interpretaciones distintas de una realidad que Carmen Bustamante sigue buscando en las orillas del litoral. Paisajes sosegados, inundados por la paz y bañados por la espuma de un mar que la artista pinta sereno, alejado de toda tempestad, donde se aprecian las distintas formas en que la luz incide sobre cada una de sus orillas y arenas.

La valenciana expone de este modo sus últimas propuestas de aguas, dunas y arenas y luces cambiantes de estos bellos entornos naturales.

También se recrea en la naturaleza el veterano pintor Pedro Escalona, compañero de primeras batallas del retratista Hernán Cortés. El detalle minucioso de su pincel se aprecia en sus naturalezas muertas y singulares bodegones, integrado por jarrones y otros objetos decorativos o de uso doméstico, entre ellos, una obra dedicada al típico barreño de zinc.

Del malagueño Javier Banegas destaca lo colorista y el espectacular manejo del figurativismo. Tanto que sus piezas reclaman acercarse a ellas para determinar si es fotografía o pintura, aunque dado el trazo perfecto, casi que sigue dejando en duda en la cercanía. Pinta así botes de tinta de varios colores y virutas de lápices de colores, aparte de un particular y preciso dibujo donde recrea el mecanismo y resistencia de algún aparato. Una obra que, según explican desde Benot, recrea “lo eterno, pues en sus objetos se plasma el paso del tiempo, la verdad silente de la historia, el discurrir pausado de una existencia que no tiene edad”.

Cierra esta colectiva el madrileño Carlos Morago, que se detiene en la temática floral de patios, terrazas y callejones siempre exultantes de belleza. Una creación donde también gana fuerza la recreación arquitectónica de estos espacios sencillos y costumbristas donde la vida reside en sus macetones, fuentes y coloridas flores.

Una muestra colectiva que responde al nuevo formato que quiere implantar la galería. “La idea es hacer este tipo de exposiciones porque somos la única galería privada y a los artistas les cuesta trabajo encontrar una sala donde exponer”, explican desde Benot. De esta forma, añaden ,“los pintores tienen más oportunidades de mostrar su obra, no les obliga a una producción grande y nos permite canalizar mejor los distintos tipos de formatos y de pintura”. Independientemente a este tipo de muestras que además atrae a más público, Benot continuará con las exposiciones individuales de sus potentes firmas.

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