Cultura

El Festival Bahía de Cádiz, un estreno que persigue la excelencia musical

  • La cita, que se celebrará del 2 al 9 de agosto, contará con cursos de perfeccionamiento instrumental y con dos conciertos de entrada gratuita en el ECCO y el Castillo de Santa Catalina

José Carlos Palmero, director artístico del festival.

José Carlos Palmero, director artístico del festival.

En medio de esta anómala situación en la que muchas citas culturales se caen y se aplazan para otro año y otras, aun con dificultades, se mantienen con formatos menos presenciales, resulta extraño, y a la vez esperanzador, el anuncio de un nuevo festival. En este caso se trata del Festival Bahía de Cádiz, una apuesta por la música académica que combinará formación al más alto nivel y conciertos, y que persigue consolidarse en el panorama cultural de la capital para ser en el futuro un referente en la excelencia musical.

El Festival Bahía de Cádiz se celebrará del 2 al 9 de agosto. José Carlos Palmero, su director artístico, confirma que es la fecha elegida desde que el proyecto comenzó a germinar, y que la pandemia les ha obligado a realizar algunos cambios pero no a modificar la semana de celebración.

Palmero explica el objetivo de este encuentro: “El Festival Bahía de Cádiz es un evento de música académica que pretende traer a Cádiz un festival europeo, contando con la excelencia musical a nivel nacional e internacional. Es un proyecto de futuro que pretende albergar cátedras de dirección, composición, gestión y difusión musical a la vez que todos los instrumentos sinfónicos, un espacio para la música de cámara y un espacio para el flamenco”.

El festival surge bajo el paraguas de la Asociación Cultural Orbis, una agrupación de ámbito nacional, y de la reflexión nacida del intento de traer al sur de España un tipo de certamen musical habitual en el norte del país y que, como explica José Carlos Palmero, podría tener lugar también en Cádiz por “su ambiente musical, el público entusiasta y sus instalaciones”.

Aunque lo cierto es que organizar esta primera edición del festival no ha sido fácil. El estado de alarma, el confinamiento y la incertidumbre de las normas que iban a regir en los espectáculos públicos ha obligado a los responsables del festival a dejar de lado algunas iniciativas que quedan en la recámara para próximas ediciones.

El festival se nutre de cursos académicos de gran nivel que, en principio, se iban a ofrecer en el Conservatorio Manuel de Falla. Pero sus instalaciones no abrirán hasta septiembre y, como alternativa, se trasladarán a las dependencias de la escuela Bravissimo Music Lab. Se trata de un curso de perfeccionamiento instrumental que será impartido por los profesores Sergey Teslya y Savva Fatkulin de violín, Laure Gaudron de viola y Mikolaj Konopelski de cello, con alumnos también “de excelencia”.

La parte más pública del festival será la de los dos conciertos que tendrán entrada libre hasta completar aforo y que precisa, eso sí, de reserva previa a través del correo info@febac.es. El primer concierto será el del alumnado de los cursos, el 7 de agosto en el ECCO, y del cuarteto del festival y el ensemble, con la colaboración de la Asociación de Danza Albacalí, que será el 8 de agosto en el Castillo de Santa Catalina.

La idea es hacer de este festival un clásico del verano gaditano, un objetivo que José Carlos Palmero se marca a medio plazo para que Cádiz cuente con un festival habitual en otros lugares de Europa.

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