Frente a esas bandas de laboratorio que diseñan cada gesto sobre el escenario, que quedan para merendar con el fin de ponerse un nombre rimbombante y se desayunan todas las mañanas el Rockdelux para saber por dónde van los tiros, bandas como Los Explosivos nos devuelven a la música genuina del exabrupto y el berrido, apartándose de cualquier forma de convencionalidad industrial.

No en vano, la banda mexicana actuaba ya en directo mucho antes de tener siquiera un nombre al que agarrarse, hasta que la reacción de un "güey" que desfallecía entre el público de uno de sus destructivos conciertos los llevó a adoptar el nombre con el que se los conoce actualmente.

El cuarteto de garaje de México nació hace más de ocho años a partir del común amor de sus integrantes por la música de garaje de los años sesenta y las experiencias límite sobre el escenario, que terminaron conduciendo al desarrollo de una de las propuestas más relevantes dentro del panorama punk del país americano.

La calidad del sonido desquiciado y atropellado de Los Explosivos, sumado a la espectacularidad de su directo, terminó llamando la atención de Michael K, integrante de The Cynics, quien decidió llevarse al grupo a su sello Get Hip y colaborar tocando la armónica en la grabación de su último y homónimo trabajo.

Canciones como Los hermanos dinamita, No me vas a asustar u Hombre Lobo ofrecen un espectáculo sonoro repleto de angustia adolescente, ansiedad y punk-garaje que recuerda nada más y nada menos que a los míticos Sonics, considerados como abuelos del género.

Los Explosivos han compartido escenario con bandas como Sex Museum, Velvet Fury o Phantom Surfers, y su impresionante sonido en directo es capaz de sobrecoger al espectador más avezado.