El Festival Manuel de Falla, 70 años, 7 ciudades, que homenajea la figura del compositor gaditano a través de su música y de su influencia en la música popular argentina, llega este lunes a Europa de la mano de su director, el músico argentino José Luis Castiñeira de Dios. De esta forma, el evento, que arrancó el pasado año en Argentina, afronta su segunda etapa con actividades en las ciudades significativas en la vida del músico como París, Bruselas, Granada, Sevilla y, por supuesto, Cádiz, "el alfa y omega de la vida de Falla", apunta Castiñeira, donde culminará el festival los próximos 28 y 29 de octubre.

-¿Cuáles son sus expectativas en esta segunda etapa del festival?

Cádiz podría aprovechar más la figura de Falla desde el punto de vista del turismo cultural"

-Esperamos que nuestro programa tenga repercusión en cada una de las ciudades y que los melómanos y el público en general nos acompañe a evocar una música consagrada, la de Manuel de Falla y descubrir la obra de los compositores argentinos de su tiempo y de la actualidad. Esta segunda etapa representa una proyección internacional para nuestra iniciativa. Quiero, además, agradecer la labor de Elena García de Paredes, directora ejecutiva de la Fundación Archivo Manuel de Falla y sobrina nieta del músico, y de Horacio Tato Rébora, un cordobés de Argentina que reside y promueve las actividades culturales desde La Tertulia de Granada. Ellos nos abrieron las puertas para incorporar a los Ayuntamientos de Granada, Sevilla y Cádiz a nuestro proyecto y articularlo en lo artístico con figuras como la cantaora Argentina, los guitarristas El Bolita y José María Morilla, de Granada, y el dúo de Concha Medina y Ana Crispan.

-¿Cómo surge la idea de traer el festival a Europa?

-Desde sus comienzos, el festival fue pensado como un itinerario que recorriera al revés la vida de Falla, y por ese motivo comenzó en Alta Gracia (Córdoba, Argentina), donde falleció en 1946, y luego pasó por la capital de la Provincia y la ciudad de Buenos Aires. Su actual programación nos lleva a ciudades que fueron escenario de la actividad artística de Manuel de Falla (París, Bruselas, Granada, Sevilla…) para terminar en la ciudad que lo vio nacer, Cádiz. Por eso es que para mí , la obra y la vida de Falla es un puente entre dos mundos, el viejo y el nuevo, un ida y vuelta que se ha convertido en habitual para las expresiones artísticas de uno y otro lado del océano.

-De hecho, es usted del director del filme 'Manuel de Falla, músico de dos mundos' que se podrá ver en Cádiz dentro de las actividades del festival, ¿nos puede adelantar algo de este trabajo?

-El film es una película de ficción y musical que realicé en la Argentina y España hace pocos años, y que tuvo estreno comercial en salas en mi país y en la televisión cultural de Buenos Aires, y que ahora comienza su difusión en España, de la mano de Jacinto Santos, director de Impacto Films, de Madrid. La película narra, a través de una ficción musical, los últimos años de Falla transcurridos en la Argentina, y se interroga sobre la obra y la vida del maestro. Está protagonizada por Luis Luque y Mónica Galán, con la participación en Andalucía del actor Julio César Acera. Hay muchos números musicales evocativos, interpretados, entre otros, por artistas argentinos como la Camerata Bariloche y la participación de músicos andaluces.

-A su juicio, ¿está más viva la figura de Falla en Argentina que en España?

-Tengo la sensación de que en toda América hay una constante evocación de la obra de Manuel de Falla, el artista más representativo de una estética y una música de la España de la primera mitad del siglo XX, fenómeno que se repiten un poco en todo el mundo, y tengo la sensación de que en España, este fenómeno no se da de la misma manera. Todos lo conocen, pero no todos los frecuentan.

-No sé qué opina sobre la huella del genio en Cádiz. Para muchos de nosotros no se le recuerda lo suficiente...

-La historia de Cádiz se sumerge en su múltiple origen mediterráneo, que también es ventana al Atlántico. Como puerto y punto de entrada y salida de la península, fue siempre una ciudad cosmopolita que cultivó las más variadas expresiones artísticas a lo largo del tiempo. Pero pienso que, más allá de la continuidad de los festivales consagrados al maestro, Cádiz podría aprovechar más desde el punto de vista del turismo cultural, el haber sido la cuna y la última morada de uno de los músicos españoles más reconocidos en todo el mundo. Un itinerario que contara esa historia sería un atractivo más para la bella ciudad que lo vio nacer, y seguramente una forma de mantener viva la llama del perpetuo homenaje.