David DeMaría vuelve a sus orígenes "más optimista" y "con los pies en el suelo" en su nuevo álbum, Relojes de arena (Warner Music Spain), que se publica hoy. El cantautor define el disco como "algo tan artesanal como un reloj de arena, que es lo que intento imponer entre tanta tecnología y sobreinformación" . El disco viene acompañado de una gira por el país.

"Quiero transmitir a la gente que es el momento también de parar el reloj personal para valorar algunas cosas y no correr tanto", explica el artista jerezano, también productor del álbum, alertando sobre "la pérdida de principios emocionales, profesionales y la fe".

En el último año, DeMaría ha hecho un balance de su vida profesional y personal que acabó plasmado en las letras de Relojes de arena. "Me siento un joven veterano", confiesa el artista de 33 años, que publica su octavo disco (el séptimo de estudio). "He tenido una década de ir a una velocidad de vértigo y ahora he tenido tiempo suficiente para ver subjetivamente mi vida", revela.

"Éste es un disco mucho más nostálgico de vivencias que me han quemado la piel y arañado el alma en alguna ocasión", confiesa el cantante, añadiendo, sin embargo, que el álbum de 13 canciones "respira notas de optimismo". "Al escucharlo en completo te das cuenta que te deja un aire de energía positiva", aseguró.

El "optimismo" de sonido veraniego está presente en el primer sencillo del álbum, Que yo no quiero problemas, cuyo video clip se grabó en julio. Respecto a problemas reales, el cantautor está orgulloso de haber apartado situaciones como "perderse por las mieles del éxito". "Hay que mantener los pies en el suelo", sentenció.

El artista ha contado con colaboraciones de India Martínez (en la canción Guía de mi luz) y composiciones compartidas con David Santisteban o Javier Fajardo. "Es un disco muy del clan que siempre hemos trabajado, además de ser más crudo. Intentamos evitar la parafernalia", matizó, comparando Relojes de arena con su disco anterior, Caminos de ida y vuelta, que contó con la Orquesta Filarmónica de Londres.