El pianista gaditano Chano Domínguez considera que España vive su "peor momento de apoyo y fomento de la cultura", a pesar de que es un elemento fundamental para "enriquecer al ser humano" y "dotarlo de sensibilidad".

En España el acceso a la cultura siempre ha sido "difícil", y él mismo, cuando inició su carrera musical en los años 70, se veía obligado a "buscarse la vida" incluso para comprar determinados discos o libros, ahonda Chano Domínguez, que el pasado sábado actuó en el Auditorio El Batel de Cartagena dentro de la trigésimo tercera edición del festival de jazz de la ciudad.

Actualmente, indica, hay mucha más información, escuelas de música "que sacan muy buenos músicos, jóvenes con talento que desgraciadamente luego no tienen cabida casi en ningún sitio", porque la crisis ha hecho que "la cultura esté bajo mínimos".

Así, el panorama cultural del país para este pianista "se ha parado muchísimo", y grandes festivales, como el de Jazz de Madrid, con muchos años de trayectoria, no se han celebrado este año, porque se ha desarrollado una "política totalmente equivocada" en la que "no hay dinero para la cultura, la cultura no interesa", opina. "Veo con gran pena que los dirigentes políticos no se dan cuenta de que las mejores herramientas que se pueden dar a los niños y jóvenes son las de la cultura. Sin ellas se está cortando el crecimiento del espíritu", subraya el músico, el primer español en tocar en el prestigioso Lincoln Centre de Nueva York.

Además, considera que "la lectura, el teatro, la música, la danza, la pintura, es lo que realmente enriquece el espíritu y dota al ser humano de más contrates y más sensibilidad", dos cualidades que de verdad "hacen falta" en la sociedad actual, asevera.

Domínguez, considerado uno de los máximos referentes de la fusión entre el flamenco y el jazz, se inició en la música de niño con la guitarra, el "primer instrumento al que tuvo acceso", aunque muy pronto "pasó a un segundo plano", por detrás del piano.

Con respecto al jazz, señala que el panorama ha "cambiado mucho en España", donde en los años 70 y 80 el país era un "desierto". Ahora el jazz sigue teniendo un público "minoritario" en el país.