Cultura

Calatrava expone su diseño de estación para la zona cero

  • El arquitecto presenta en Nueva York su impactante proyecto

El arquitecto español Santiago Calatrava presentó ayer en Nueva York una exposición sobre la impactante estación que ha diseñado para la zona de Manhattan destruida en los atentados del 11-S, y cuyo diseño original ha sufrido algunas modificaciones.

"Éste es un proyecto fundamental para nosotros y, técnicamente, es uno de los mayores retos a los que me he enfrentado", reconoció Calatrava en la inauguración de la muestra, que se podrá visitar en el Instituto Español Reina Sofía hasta el 31 de agosto.

Explicó que, además de ser un enorme reto arquitectónico, puesto que se trata de un "gigantesco" intercambiador de transportes, se halla en el "corazón de Nueva York", por lo que no se puede interrumpir la circulación de trenes mientras se construye.

Además, "se encuentra en una zona muy consolidada y densa, donde simultáneamente se están realizando muchas otras construcciones", desde rascacielos, hasta un monumento en homenaje a las víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001.

El arquitecto ha tenido que modificar algunos aspectos del diseño original y ajustarse a todo tipo de requerimientos, desde presupuestarios y de seguridad hasta "emocionales".

"Incluso la profunda carga emocional pesa mucho porque aquí murieron muchas personas. Sus familias, y toda la ciudad, está deseando verlo acabado", explicó.

Uno de los aspecto más sorprendentes de su obra es que una sección del techo se podrá abrir en días de calor para refrigerar y evitar el efecto invernadero, al tiempo que se permite la entrada directa de la luz solar. Si bien, la pieza fundamental de la exposición Santiago Calatrava: World Trade Center Transportation Hub es una enorme maqueta que permite incluso verla desde dentro y que hubo que montar por piezas en la sede del Instituto Español Reina Sofía.

Además, se muestran los primeros bocetos del arquitecto para este proyecto dibujados en junio de 2003, antes de realizarse el concurso de adjudicación de la obra, así como maquetas e imágenes de otras obras suyas en Estados Unidos.

El arquitecto dijo no importarle tanto el hecho de que Nueva York levante por fin uno de sus proyectos como la contribución que ello debe suponer para "garantizar que el Downtown de Manhattan siempre tendrá el papel que ha tenido".

Lo mismo ocurrió en su día con la estación de Grand Central, el edificio favorito de Santiago Calatrava en la ciudad de Nueva York.

"Cuando se construyó -argumentó- no existía el Empire State, el Chrysler, ni el Rockefeller Center. Este edificio fue el motor de desarrollo del que ahora es el segundo corazón de Manhattan, la zona de Midtown".

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