Cultura

Buscando su camino

La larga mano de Yllana se ve en esta presentación gaditana de Ron Lalá. No en vano Yayo Cáceres, habitual actor y sobre todo músico en los espectáculos de la factoría, es el director. Pero a veces también le es infiel, pues lo pudimos ver en el elenco del Tenorio a cargo de Imprebís que cerró el FIT en octubre.

Tal vez esta conexión expliqué las características de este Mi misterio del interior, cuyo título es ya toda una declaración de intenciones en su juego de palabras. Ron Lalá, que según parece obra a obra y actuación a actuación se está haciendo un nombre en el competitivo mundo de la escena, sigue la tradición de los grupos humorístico vocales. Ello engloba tanto los internacionales tipo Monty Pithon o Les Luthiers a productos nacionales que resultaron tan prometedores como Académica Palanca, antes de que entrasen en el agujero negro del mundo de José Luis Moreno. Así, Mi misterio del interior ofrece sketches variados y una brillante parte musical.

El principal problema del grupo es una cierta indefinición en su estilo. Es como si después de tantas experiencias previas en su terreno, a ellos sólo les quedase hacer como una síntesis de todo lo anterior sin intentar aportar nada nuevo. Hay momentos de humor lingüístico a lo Les Luthiers (o a los Python, con el celebérrimo sketch del hombre que hablaba en anagramas) en el tipo que habla en capicúa. Los hay más paródicos como el del grupo de flamenco. Mas verderones, como el del paciente del psicoanálisis que acaba masturbándose. Incluso hay apuntes sociales, caso de la pareja que compra una caca (sic) como una vivienda o los niños que se drogan con sugus. Demasiados palos para hacer un espectáculo coherente.

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