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Cultura

Bellos objetos llenos de arte

  • Pep Guerrero expone en Neilson Gallery sus piezas intervenidas pulcramente con su particlar estética, imprimiendo un sello inconfundible

Pep Guerrero. Neilson Gallery. Grazalema.

Cuando el Arte se encuentra sumido en un estamento de aburridas medianías, cuando nos encontramos con unas obras casi todas parecidas a casi todas, cuando es mucho más fácil establecerse en sistemas que otros ya han establecido con registros de, más o menos, fortuna, cuando el adocenamiento creativo es manifiesto y es difícil hallar lenguajes con absoluta personalidad, es evidentemente esperanzador toparse con artistas de la particular significación de Pep Guerrero. Cualquiera de sus trabajos responde claramente a la marca personalísima Pep Guerrero. No existe espacio alguno para la duda; su lenguaje estético y plástico es personal e intransferible; su obra plantea unos esquemas ilustrativos únicos que, además, los expande por todo tipo de objetos cotidianos a los que impone una nueva dimensión.

Maru Redondo y Jack Neilson, los acertadísimos galeristas de Grazalema, han programado dentro de su completo catálogo de artistas al mallorquín, dejando claro, con ello, que saben lo que hacen y que tienen conciencia de la teascendencia de un artista distinto, con una obra diferente y con un lenguaje que no pasa desapercibido y que es, absolutamente, clasificable. La galería serrana inaugura temporada con una importante exposición de la obra de un autor que sigue abriéndonos unas rutas ilustrativas únicas en las que escenas e imágenes de un pasado, que se convierte en presente, recrean objetos domésticos que pierden su aplastante inmediatez para afrontar un nuevo planteamiento con los modos y los medios propios de una estética pop, con elementos sacados de lo más inmediato y con personajes que dormían en el sueño feliz de una Historia del Arte eficaz.

La obra de Pep Guerrero es una bella y sugestiva bocanada de aire fresco dentro del viciado panorama artístico donde una sobredosis de elitismo incompensible pone en duda mucho de lo que se realiza, lo que resulta tan nocivo como los epidérmicos asuntos repetitivos de una realidad sempiternamente copiada. Pep lo hace todo más fácil y mucho más atractivo, diluyendo las fronteras que tradicionalmente existe entre el arte contemporáneo y la mayoría de los espectadores.

En la galería de arte de la calle Mateos Gago de Grazalema, Pep Guerrero insiste en ese concepto estético que ha hecho fortuna en la trayectoria del artista mallorquín en el que el objeto es protagonista al servir de soporte para una pintura llena de entusiasmos creativos. Maletas, sillones, zapatos, tablas de planchar, mesas, juguetes y todo tipo de elementos sacados de la cercanía doméstica, son intervenidos por la pulcra intención pictórica de un artista que repite sus esquemas plásticos marcando una realidad representativa donde se conjugan perfectamente escenas de distinta naturaleza ilustrativa. Personajes extraídos de obras maestras de la Historia del Arte, paisajes mediatos e inmediatos, dibujos de corte industrial se funden en ese escenario particularísimo que se conforma en los espacios de los objetos elegidos. Con todo ello el objeto en cuestión adquiere un nuevo estamento, una estética particular que abre las perspectivas de una nueva realidad estética llena de sentido y creatividad.

Muy buena exposición la que encontramos en la galería serrana con uno de nuestros artistas de mayor personalidad y autor de un lenguaje único poseído de un carácter artístico personal e intransferible.

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