Alexis Morante. Director de cine

"En Los Ángeles pienso en cine las 24 horas y eso marca la diferencia"

  • El realizador algecireño está preparado para su primer largometraje de ficción, aunque no le obsesiona.

Alexis Morante (Algeciras, 1978) se formó en la Universidad de Cádiz (UCA) y hoy día es uno de los cineastas con más proyección del panorama nacional. Nominado a los Grammy Latino y dos veces preseleccionado para los Goya, cursó el master Fine Arts en Dirección de Cine entre Nueva York y Los Ángeles (EEUU), donde hoy reside. Actualmente disfruta del éxito que está dejando tras de sí su cortometraje Bla, bla, bla, unido al reciente estreno de El camino más largo, su última gran colaboración con Enrique Bunbury.

-¿Cómo ha respondido el público a su último trabajo?

-Solo se ha proyectado una vez hasta la fecha y la respuesta ha sido muy buena y especial. Es un documental de 90 minutos que debe ser disfrutado en pantalla grande, como todas las películas deberían. Tuvimos la suerte de que el festival InEdit de Barcelona la seleccionara en competición oficial y la proyectó con 800 personas. Ver terminar la película y sentir los aplausos es como decir: ya está, por fin acabamos.

-¿Hasta la fecha es su obra más completa?

-Todas la que he hecho son importantes y completas. Lo importante es acabar lo que se empieza. Mucha gente comienza proyectos y los abandona en el camino. Esta película creo que es un ejemplo de persistencia y de no abandonar. Si ya está empezado hay que acabarlo, aunque sea cinco años después. Importante es por la repercusión que seguro tendrá y completa porque hemos tenido cinco años para cerrarla bien cerrada.

-La música se ha convertido en una firme aliada en su carrera, ¿se siente cómodo en el rol de rockumentary?

-Me siento cómodo en todos los roles que impliquen contar historias en formato audiovisual. Es lo que siempre intento. En la música he encontrado grandísimos artistas y profesionales que me han confiado sus canciones para contar mi propia historia en imágenes con su música. Eso es algo muy generoso, ese intercambio de artistas, de visiones. Y ahí me siento cómodo. Me encanta la música y el ritmo es básico en el formato audiovisual.

-¿Por qué ha tardado cinco años El camino más largo?

-Depende de cómo se vea, cinco años no es tanto para sacar un largometraje adelante. Empezamos la casa por el tejado. Nos lanzamos a rodar sin tener dinero ni subvenciones ni grandes discográficas detrás. Se nos ocurrió la idea un martes y al siguiente ya estaba enviándole el proyecto a Bunbury; y al siguiente estaba en el camerino de su concierto en San Francisco decidiendo que iríamos a rodar por todo USA con ellos. Por eso rodamos a lo loco. No creo que vuelva a hacer algo así. Éramos estudiantes en EEUU y con muchísima energía. Después de rodar nos dimos cuenta de que las fases de una película son muchas y complicadas si no tienes respaldo de una gran productora o televisión.

-¿Y cómo fue ese proceso creativo de post-producción?

-Iba montando en mi tiempo libre (más de 800 horas de metraje). Hicimos un primer montaje al año. Lo volvimos a cambiar. Cuando estaba listo nos encontramos con el problema de los derechos de las canciones. No teníamos ni idea de eso. Por fin se sumó una distribuidora súper importante, Eagle Rock, y Bunbury y su management se volcaron más en el documental. Conseguimos acabarlo y por fin se estrenó. Y sobretodo gracias a la colaboración de un montón de profesionales que han invertido su tiempo y esfuerzo en este documental a lo largo de todas las fases. A ellos les debo todo lo que es ahora la película y muchas otras obras de 700G -la productora que co-dirige-.

-Las dificultades económicas le han condicionado a la hora de liderar proyectos...

-Por supuesto. Esto es un trabajo y encima absorbe mucho. Si no cobras por hacerlo, no tienes tiempo para conseguir dinero por otro lado para vivir. Eso es lo que poco a poco hemos ido aprendiendo. Al principio nos lanzábamos a hacer lo que fuera y con el dinero que fuera. Por eso hicimos tantas cosas en tan pocos años. Lo hacíamos muy bien porque teníamos detrás un equipo lleno de ilusión. Pero cuando vas creciendo y vas teniendo familia hay que pensar en el dinero y no sólo para ti, sino para todos los que trabajan en los proyectos. Por eso ya no digo que 'si' a cualquier videoclip sin presupuesto. Nuestra obligación como productores es encontrar la financiación para llevar a cabo los proyectos que tenemos en la cabeza. Otra fórmula de trabajo es que otros productores sean los que te contraten como director. Ahí también estoy cómodo, ya que me centro más en dirigir y en la creatividad. Así se trabaja más en publicidad, por ejemplo.

-¿Vivir en Los Ángeles favorece su carrera?

-Eso no lo puedo saber. Hasta los 29 años trabajaba en productoras de Sevilla y me lo pasaba muy bien y aprendí muchísimo. Trabajé en televisión también pero mi pasión siempre fue el cine. Creo que a mis 29 años y con varios cortos ya había tirado la toalla. Decidí que viviría en Andalucía dedicándome a lo que pudiera dentro del mundo audiovisual. Pero entonces llegó la beca Talentia (Junta de Andalucía) y lo dejé todo para hacer un master entre Nueva York y Los Ángeles. Se me abrieron otras puertas, empecé a hacer cine, a pensar de otra forma, a conocer a gente de la industria y al final me contagié de ese ambiente que no había en Algeciras o Sevilla. En Los Ángeles estás pensando en cine las 24 horas y eso marca la diferencia. Estás rodeado de cine.

-¿Cómo es un día normal de Alexis Morante en EEUU?

-Muy distinto dependiendo de la semana. Si no hay rodajes trabajo en casa como freelance, con los proyectos de 700G o escribiendo. Cuando hay rodaje la cosa cambia, todo es más caótico y te levantas tempranísimo, vas a rodar, la pre-producción, post-producción. El tiempo se detiene por y para el proyecto. Y en cuanto a vida personal, muy tranquilo. Vivimos en Santa Mónica donde los atardeceres son muy parecidos a los de las playas de Tarifa.

-A veces se tiene la mala costumbre de pensar que si no se sale en las noticias no se hace nada, en su caso entre los proyectos cinematográficos personales, ¿la publicidad es un balón de oxígeno económico?

-Sí. Hasta ahora los proyectos más comerciales, publicitarios o los videoclips grandes son los que dan más colchón económico. Evidentemente un cortometraje o un documental como el que hicimos, lejos de dar dinero, te lo quita. Son muchos quebraderos de cabeza. A lo que uno siempre aspira es a poder vivir haciendo cine, cobrando y todo, como cualquier trabajo normal, como debería ser.

-Aún se resiste el largometraje de ficción, ¿es respeto o aún no ha llegado el momento?

-Precisamente por querer hacer las cosas bien esta vez empiezo la casa por los cimientos y no por el tejado. Antes de lanzarse a rodar, hay que trabajar el desarrollo, el guión, la financiación, y todo eso requiere paciencia y persistencia. Por supuesto que le tengo respeto a un largometraje, pero estoy preparado para hacerlo. Sólo hay que encontrar el momento adecuado y creo que está muy cerca.

-¿Hay fecha fijada como meta?

-No me he marcado una fecha. No estoy en casa esperando a que llegue el 'largo'. Hago muchas cosas durante el año. Acabamos de presentar un documental en un festival puntero y se va a estrenar en febrero en cines de varios países iberoamericanos y EEUU. Siempre estoy trabajando a la vez en el desarrollo del largometraje y sólo es cuestión de tiempo que llegue. Es un paso natural, no un objetivo obsesivo.

-Por su línea marcada con Voltereta o Matador on the road, ¿se decantará por una tragicomedia?

-Todo lo que hago, por mucho que intento que no sea comedia, siempre acaba teniendo humor. Mira que intento que no sea así, pero al final, cualquier corto acaba teniendo ese aroma de humor negro. El ejemplo más claro es el último corto Bla, bla, bla, que estaba pensado para ser una reivindicación de los derechos de las personas con discapacidad y al final acabamos haciendo una especie de comedia negrísima. En el largo volverá a ocurrir lo mismo, claro.

-Gran parte de su éxito lo comparte con su hermano Bruno, co-guionista en muchas ocasiones como Bla, bla, bla...

-No es sólo mi co-guionista en el corto, es mi hermano. Siempre será un apoyo fundamental en todo lo que haga. Estoy muy orgulloso de él, es un grandísimo psicólogo que hace un trabajo invisible para el gran público. Encima tiene una creatividad y un don especial para las historias de humor negro. Eso no se puede desperdiciar. Seguro que haremos más cosas juntos.

-Llega una pregunta de rigor: ¿Es profeta en su tierra?

-Sí. Me siento muy querido. Creo que Europa Sur (periódico del Grupo Joly) ha ayudado mucho a darle eco a todo lo que hacemos. Me han dado varios reconocimientos como la Medalla de Algecireño Andaluz o Joven Especial del año. El alcalde siempre se ha interesado por lo que hago, las instituciones. Los periodistas de radio y televisión local siempre están pendientes de lo que hago y me llaman cada vez que estoy allí. Asociaciones de cine como Artis7, Sinfinalenelguión o AlCultura siempre acercan el cine a una comarca que es más cinéfila de lo que pueda parecer. También tengo magnífico recuerdo de mis dos pasos por el Festival de Cortos de San Roque. Y sobretodo la gente de Algeciras, cada vez que hemos hecho un evento, un estreno, siempre ha acudido a apoyarnos. Por mucho que viajo y hago cosas en otros lugares tan lejanos de mi tierra, me da tanta seguridad saber que siento el apoyo de mi gente que todo se hace más llevadero.

-¿Se siente parte de esa generación de cineastas que ha hecho resurgir el cine en la comarca?

-Claro que sí. Son varias generaciones ya de aficionados y profesionales del mundo del cine y la música que ha dado Algeciras y la comarca. Todos tenemos como referente absoluto al algecireño universal: Paco de Lucía. Nada me llena de más orgullo que decir que soy de Algeciras y acto seguido decir: 'de dónde es Paco de Lucía'. Me llena de orgullo que una comarca tan pequeña y a veces tan castigada por la falta de oferta cultural, esté dando tanto talento.

-Y como punto y final: ¿Cuál es su proyecto más inmediato?

-Buscar en Hawaii localizaciones para un proyecto del que aún no puedo contar mucho. Y sobre todo, mi proyecto más inmediato es ponerle Los Goonies a mi hija y que le guste.

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