El grupo de danza folclórica gaditano Adolfo de Castro, tiene por delante una temporada repleta de actuaciones. Viajará de nuevo como único representante español, con sus bailes tradicionales andaluces como el tanguillo de Cádiz, fandangos, verdiales, sevillanas o su plato fuerte, el chacarrá típico de la zona de Vejer. La cita es el día 26 de julio en la ciudad del gallo portugués, Barcelos, en el XXXVI Festival Internacional de Folclore Rio. El grupo de baile, fundado en la década de los setenta, tuvo el año pasado una temporada ajetreada en cuanto a viajes, asistiendo a festivales en países como Estados Unidos, Japón, Malasia o Polonia. La formación de baile está integrada en la actualidad por veinticinco artistas, en edades comprendidas entre los 14 y 45 años.

En la ciudad de Cádiz han sido protagonistas en numerosas actuaciones, como en los actos conmemorativos del Bicentenario de la Constitución de 1812, con una reseñable acogida en cuanto a expectación y público entre sus vecinos. Se trata de un grupo que actúa de forma altruista, contribuyendo a la conservación y difusión del folclore andaluz. Pero la crisis económica también les salpicó, y llevan dos años buscando formas alternativas de financiación, a pesar de que a los festivales a los que acuden, la organización del evento se encarga de cubrir tanto alojamientos y desplazamientos. Además, la Fundación Unicaja les cede el local para sus ensayos.

Los encuentros folclóricos de carácter internacional son propensos para la creación de vínculos y lazos entre los diferentes grupos , actuando como mediadores para la invitación de futuros festivales de esta índole. El grupo de baile de Adolfo de Castro lleva su origen gaditano por bandera, tocando y bailando canciones alusivas a Cádiz , como las letras del intérprete Chano Lobato, uno de los más claros herederos de la picardía gaditana de cantaores como Ignacio Ezpeleta.

Paradójicamente, la persona que da nombre al grupo de baile, Adolfo de Castro y Rossi, fue un reconocido erudito y gran lector de los clásicos españoles del Siglo de Oro, que también se valió de la picaresca para crear intrincados pastiches cervantinos que consiguieron pasar por originales. El autor fue traducido a varias lenguas y varias veces reimpresa. Adolfo de Castro fue un personaje sin desperdicio, que tuvo un papel relevante como alcalde y gobernador de la ciudad.

El grupo baile que lleva su nombre, de carácter local pero de proyección internacional, ha ofrecido a lo largo de sus setenta años de historia actuaciones en espacios para grupos de baile privilegiados. En el año 92, actuaron en el Teatro de la Zarzuela de Madrid e incluso se hicieron hueco en el enlace matrimonial de la princesa del Principado de Liechtenstein. Bodas reales aparte, las próximas citas previstas para el grupo de baile serán en el festival de folclore organizado por el pueblo onubense de Villablanca, el próximo día veintisiete de agosto, así como un posible desplazamiento intercontinental, solamente a falta de visados, a Bolivia.