El verano en la costa gaditana se presta a chiringuitos y terrazas. Y estas, a su vez, a la música en directo que el verano del 2020 se apagó por completo. Lo sabe bien María ‘La Muita’, una de las habituales en las tardes y noches del verano en El Palmar, Zahara, Conil o Barbate. “Este año he podido retomar los conciertos que se suspendieron el verano pasado”, dice la joven ilusionada. Ha sido una inyección para la artista, más moral que económica, que el pasado verano encontró una alternativa en la hostelería para “tener algo asegurado porque de la música no iba a vivir”.

Para ella y para los músicos que la acompañan este verano ha sido muy distinto. Las limitaciones de la pandemia sí han permitido música en directo, los hosteleros han perdido el miedo a no hacer caja tras contratar un espectáculo y el público  -especialmente el nacional- ha apostado por la costa de Cádiz. “Julio fue un mes magnífico y septiembre también lo está siendo. Sin embargo, en agosto sí tuvimos que suspender algunos conciertos debido a los cierres de Conil o de Tarifa, donde teníamos cerradas algunas cositas”, dice La Muita.

Además del revulsivo hostelero, señala la cantante que también se han recuperado este verano las fiestas privadas que el pasado verano estaban prácticamente prohibidas por las limitaciones de aforo. “En ese ámbito también trabajamos mucho y seguimos haciéndolo porque tenemos fechas hasta finales de octubre”. Como María, han sido muchos los artistas y grupos que “hemos vuelto a subirnos a los escenarios que la Covid-19 enmudeció”.