Los socialistas isleños se preguntan por el futuro de la centro de educación de adultos. El gobierno del PP y PA, recuerda la formación, presentó en marzo de 2010 un proyecto en el que la nueva sede de la Escuela de Adultos se ubicaría muy cerca de la calle Real en los bajos de un edificio de viviendas que iba a construir la Empresa Municipal de Suelo (Esisa) junto al Patio Cambiazo, en la confluencia de las calles Diputado Ciscar y San Juan de la Cruz. Las instalaciones contarían con una superficie aproximada de unos 800 metros cuadrados.

"De la promesa del gobierno local a los representantes del centro de que se estaban dando pasos para la nueva sede ya han pasado dos años y el centro sigue realizando su labor educativa en un local que no reúne las mínimas condiciones", critica la portavoz del Grupo Municipal Socialista, Patricia Cavada. A finales de 2011, prosigue, el primer teniente de alcalde, Francisco Romero, anunció que Esisa contaría para 2012 con un presupuesto de casi ocho millones de euros y que dentro de sus actuaciones a realizar estaba como prioridad la construcción de las 31 viviendas previstas, junto al Patio Cambiazo, que implicaba el traslado a los locales de la planta baja del edificio de la escuela de adultos. "Se termina el 2012 y la realidad es que el centro de educación de adultos sigue sin una solución a un problema de ubicación", aseguraba.

La falta de metros provoca que el centro de adultos desarrolle su labor en un espacio que se hace muy incomodo para todo el alumnado. A estas carencias se une el no tener un lugar para poder reunirse. Por eso el PSOE demanda al Gobierno local que atienda las necesidades del colectivo, aunque no sea con el proyecto previsto, ya que es "inviable". La dirigente socialista justifica su afirmación en la situación que atraviesa Esisa, que ha congelado la realización de la promoción de viviendas en cuyos bajos iba a instalarse el centro de adultos.

Ante esta situación, el PSOE vuelve a poner sobre la mesa su propuesta de trasladar la escuela a la Casa de la Cultura en la calle Gravina. No sería una operación costosa, considera.