Un problema de alcantarillado obliga a parar las obras del IES Isla de León

Una tajea o, lo que es lo mismo, una conducción que permite el drenaje transversal de las aguas de lluvias y que se encuentra ubicada bajo otra infraestructura, como puede ser una carretera, una vía férrea o un edificio. Esto es lo que han encontrado los obreros de la empresa Begar Construcciones y Contratas S.A, adjudicataria de las obras de ampliación del instituto Isla de León, cuando iban a abordar la cimentación del nuevo aulario del que dispondrá el centro. La idea es ahora compatibilizar estas conducciones de aguas pluviales, que no pueden eliminarse, con la construcción de las nuevas dependencias del instituto. Existen alternativas; ya se están estudiando, de hecho. Pero esto no ha impedido que los trabajos hayan tenido que paralizarse de momento. Al menos quince días llevan estancados ya, según ha podido saber este periódico.

Fue a mediados del pasado mes de noviembre, por tanto, cuando surgió el inconveniente. Mientras se excavaba en la superficie donde irá el nuevo aulario, en la vieja pista deportiva de la trasera del instituto, se encontraron unas tuberías pertenecientes a la red general de pluviales.

Como se ha informado desde la Delegación Provincial de Educación, no se trata de conducciones recientes sino más bien antiguas, correspondientes al sistema general que viene de la calle Albina del Puente. Lo más sorprendente es que lleve años planeándose esta actuación y nadie haya notificado su existencia.

Una vez trasladado el problema a la Gerencia Municipal de Urbanismo, que es la que tiene la competencia en casos como éste de servidumbre de alcantarillado municipal, se pidió información a su vez a la Delegación Municipal de Desarrollo Sostenible. Un escrito firmado por la propia responsable de este Área puso de manifiesto poco después la imposibilidad de suprimir las conducciones que dicurren por debajo del Isla de León, puesto que están en uso y son vitales para el desagüe de aguas de las calles de las inmediaciones cuando llueve. Así que había que estudiar posibles alternativas, descartadas la eliminación sin más, así como la construcción en el emplazamiento previsto desde un principio. Porque si algo está claro es que es imposible habilitar los cimientos de un inmueble tan cerca de unas conducciones que pueden albergar fugas en un momento dado y afectar de forma inevitable a la estructura de la construcción en su totalidad.

Si bien desde la Junta no se estiman retrasos en los trabajos debido a este asunto, fuentes de la propia comunidad educativa han confirmado una presencia menor de obreros en las últimas semanas y que la cimentación permanece bloqueada a la espera de que los técnicos municipales dictaminen cuál es la mejor solución.

Hacer un desvío de forma que la red bordee el instituto sin pasar por debajo parece ser la opción que está ganando más puestos en los últimos días. Urbanismo, no obstante, no se pronuncia al respecto pese a que, de adoptarse esta medida, sería el Ayuntamiento el que tendría que ejecutarla, y no el ente de Infraestructuras y Servicios Educativos (ISE) de la Junta de Andalucía.

A la espera de un consenso entre ambas partes, el foso excavado donde iba a realizarse la cimentación se halla en la actualidad acordonado. Y, a pesar de las manifestaciones vertidas desde la Delegación, el principal temor de alumnos, profesores y padres es que este escollo acarree un retraso para una actuación cuyo inicio se demoró ya lo suficiente.

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