La piscifactoría de El Bosque es el antecedente de la acuicultura moderna en la provincia, que se ha convertido hoy en un potencial económico y que se apoya desde hace tiempo desde la Consejería de Agricultura como una alternativa a producciones más tradicionales. Un ejemplo es el Centro Tecnológico de Acuicultura Ctaqua de El Puerto, que ya lleva doce años de actividad.

Ctaqua es una fundación sin ánimo de lucro, de carácter privado, pero que camina de la mano de instituciones como la Junta de Andalucía o la Universidad de cara a dar respuesta a las necesidades de los sectores de la acuicultura y alimentos del mar, desarrollando soluciones a medida para sus distintos procesos técnicos y productivos. La acuicultura es uno de los sectores con mayor crecimiento a nivel mundial. Lázaro Rosa Jordán, el primer presidente de Ctaqua y una persona vinculada desde hace muchos años al sector de la acuicultura, afirmó con motivo del décimo aniversario que “la Bahía de Cádiz es muy importante para la acuicultura marina y no aprovechar estos recursos es un delito”, dijo.

Ctaqua tiene la mirada al mar, pero la tradicional piscifactoría de El Bosque focalizó su mirada en el río y consiguió que no hubiera visitante de la Sierra que no probara su sabrosa trucha con jamón. El caso de El Bosque, en ese sentido, supuso una tarea visionaria aprovechando que el Majaceite fuera el río truchero más meridional de Europa, que de hecho da nombre a uno de los establecimiento con mayor tradición de la Sierra, el hotel Las Truchas, al lado de la piscifactoría y que gestiona la Diputación a través de la sociedad Tugasa.

Incluso los ecologistas en 2014 plantearon a la Junta un proyecto para hacer de este río, del que se abastecía la piscifactoría, una zona piloto dentro del plan para la reintroducción de la trucha común. El ex concejal y activista Gaspar Corbacho, precisamente, socio en la nueva etapa de la piscifactoría, se encontraba dentro de del grupo que impulsó esa iniciativa.