El Zoo botánico de Jerez ha acogido el nacimiento de tres ñandúes. Los pollos, mientras su madre sigue incubando, se encuentran en una zona reservada hasta alcanzar mayor tamaño ya que comparten instalación con otras aves.

El ñandú puede llegar a pesar 35 kilos. La principal amenaza para la especie es la pérdida del hábitat debido a la expansión de la agricultura y la caza ilegal, sobre todo en el cono sur americano.

Esta enorme ave dedica gran parte de su tiempo a comer, ya que carece de capacidad para almacenar alimento. Otra de sus actividades preferidas es el acicalamiento de su plumaje, que desempeña un papel importante para el cortejo. Sus patas están especialmente adaptadas para la carrera.

El ñandú ha sido desde siempre perseguido por su carne, huevos y aceite. También su piel es utilizada para fabricar artículos de cuero y las plumas para ornamentos. Ocasionalmente nacen ejemplares blancos. En el zoo de Jerez vive un ejemplar de estas características.