Provincia de Cádiz

“¿Dónde ha sido, cómo han muerto?”

  • Los migrantes no están solos, crean redes de apoyo. Ca-minando Fronteras informa a las familias

“Los migrantes no están solos”, aclara Helena Maleno, de Ca-minando Fronteras. “Aquí en Marruecos, en la comunidad de subsaharianos existe toda una red social de solidaridad y protección. La gente sabe cuándo hay un accidente, cuándo zozobra una patera, cuándo hay víctimas, y entonces los parientes, los amigos no están solos. Se hacen duelos, se encuentran, se dan el pésame, hay solidaridad”. “La clave está en saber que no son personas en movimiento sólo, sino que son ciudadanos que se protegen unos a otros”, alecciona Helena, investigadora y experta en estos asuntos migratorios.“Tampoco es cierto que estén en manos de las mafias. Eso se ha desplazado mucho a Libia, un país sin control, y de donde salen las grandes expediciones a Sicilia y Lampedusa. Desde aquí salen casi todos en barcas de juguete. La única mafia que pueden sufrir en Marruecos es que en un establecimiento les cobren 300 euros por una ‘toy’ que cuesta 90”.Los subsaharianos en Marruecos no están totalmente desprotegidos. “La gente se protege, no se lanza a la aventura del mar a lo loco. La mayoría dejan a alguien aquí de su confianza encargado de mantener el contacto por si hay alguna desgracia. Son los encargados de avisar si hay algún muerto en ruta. Entonces nos avisan a nosotros, y llamamos a las familias, confirmamos identidades”. De esta forma relata Helena Maleno una de las labores que realizan.“Es necesario ponerles nombres y apellidos a las víctimas, es la forma de reconocerlos como personas, como ciudadanos –dice la responsable de Ca-minando Fronteras–. Y cuando hay muertos, las familias con las que hablamos hace preguntas, las preguntas que todos haríamos si nos comunican que algún ser querido ha fallecido. Ellos necesitan saber: dónde está Marruecos, qué es el Estrecho, cuándo salieron, cómo murieron son las preguntas que nos hacen, las mismas que haríamos nosotros”.Pero esa labor debe ser muy dolorosa, le preguntamos a Helena, que no duda ni un segundo en centrar la cuestión: “Es una labor simplemente necesaria, hay que poner nombres, en cuanto que ocurren unas muertes, es necesario empezar a contabilizarlas, si no hacemos esa cuenta nunca repararemos esta injusticia”.Los integrantes de Ca-minando Fronteras están en permanente contacto incluso con las embarcaciones que están cruzando el Estrecho. Recuerda Helena que en el caso de la patera que naufragó el 14 de enero, y en la que supuestamente iba el supuesto Samuel, hablaron también con sus ocupantes en alta mar. “Establecimos contacto con ellos y llamamos a Salvamento Marítimo para que los localizasen y pudieran rescatarlos, pero en un momento dado la conversación se quedó a medias. Se había cortado la comunicación...”

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