Negro no, negrísimo. Éste es el futuro inmediato que se le avecina a las mancomunidades de municipios de la Bahía de Cádiz y de La Janda que se encuentran literalmente en tierra de nadie cuando acaban de cumplir, respectivamente, 24 y 20 años de vida.

Casi cuatro meses han transcurrido ya desde las últimas elecciones municipales y el panorama en ambos organismos comarcales es desolador. En la Mancomunidad de la Bahía ni se sabe aún cómo quedará definitivamente el reparto de escaños de la nueva junta general que, evidentemente, carece aún de fecha para su constitución. Se sabe, eso sí, que el PSOE volverá a ser el partido con más representantes pero esta formación política aún no ha movido un solo dedo para desbancar de este puesto a un PP cuya gestión ha sido nula.

Pero si el pasotismo reina en el órgano comarcal de la Bahía, peor es aún la realidad de la Mancomunidad de La Janda. Allí, Vejer sigue adelante con su plan de abandonar esta entidad, algo que se concretará de manera oficial antes de fin de año. Pero es que otros municipios, por ejemplo San José del Valle, gobernado ahora por el PSOE, apuesta abiertamente por la liquidación de un organismo que no gestiona ya servicio alguno desde que la recogida de basuras fuera rescatada por cada uno de los ocho municipios miembros a principios del presente año.

La situación en la Mancomunidad de Municipios de la Bahía de Cádiz no es nueva. Ya en 2011, cuando el PP arrasó en las urnas en las elecciones municipales celebradas en mayo de ese año, tampoco este partido se apresuró demasiado por tomar las riendas de este organismo, y eso que rozaba la mayoría absoluta en la junta general (tenía 27 de sus 56 representantes) y seis de las siete alcaldías de la comarca.

Pero, pese a ello, esta Mancomunidad no arrancó hasta el 4 de octubre de ese año e, incluso, el PP no decidió quién sería su primer presidente en la Bahía de Cádiz hasta minutos antes de esa junta general. Al final, el elegido fue Nicolás Aragón, concejal en Chiclana y cuya gestión en estos cuatro años ha sido prácticamente inexistente. Todo lo que haya hecho la Mancomunidad en este tiempo ni ha trascendido, ni ha tenido repercusión alguna en la ciudadanía. El PP, que amenazó incluso con abandonar la Mancomunidad de la Bahía en los años anteriores a su llegada a la presidencia, parece haber desarrollado una estrategia encaminada a dejar morir esta entidad por inanición.

Ahora la pelota queda en manos del PSOE, que será el partido mayoritario al contar con 17 o 18 representantes, mientras que el PP se quedará con 13. Esta incógnita en las filas socialistas se mantiene por el hecho de que dos de los siete ayuntamientos miembros (en concreto Jerez y Puerto Real) ni siquiera han elegido aún a sus representantes. Y los estatutos de esta Mancomunidad abren la opción a que los diferentes grupos municipales hagan apaños con algunos escaños dependiendo de los restos de los coeficientes que se utilizan en base al escrutinio de las urnas.

Eso sí, la junta general de la Mancomunidad de la Bahía tendrá una vez que se constituya la friolera de 15 grupos políticos diferentes, cuando este último mandato tenía ocho. Además de los dos partidos grandes (PSOE y PP) habrá que dejar espacio a miembros de IU, PA, Ciudadanos, Roteños Unidos, Equo y a ocho bloques más correspondientes a las agrupaciones de electores que concurrieron a las municipales bajo los paraguas de Podemos o de Ganemos.

Sin opción alguna de pelearle esta presidencia al PSOE, queda por saber si el PP votará al candidato que presente el Partido Socialista (ya lo hizo cuando respaldó la llegada del roteño Felipe Márquez hace una década) o si opta por el plantón, como ha hecho recientemente en la Sierra. Al respecto cabe recordar que el PSOE se abstuvo en la elección del popular Nicolás Aragón hace cuatro años.

Y tampoco está de más recordar que la presidencia de la Mancomunidad de la Bahía es un cargo no remunerado, algo que no sucede en ninguna de las otras entidades comarcales de la provincia.

Diferente aunque para nada más alentador es el panorama que se cierne sobre La Janda. Allí sí se conoce el reparto de la junta general, aunque la socialista Lucía Torrejón, concejal de Paterna de Rivera y presidenta de esta entidad desde 2012, no sabe aún ni con cuántos municipios va a poder contar, ni qué servicios se van a poder mancomunar, si es que al final hay alguno.

El PSOE, con 24 concejales y cuatro de las ocho alcaldías de la comarca, liderará con claridad la junta general aunque sin llegar a una mayoría absoluta fijada en los 30 ediles. Por ello deberá buscar un socio que puede ser o bien IU, con quien ha gobernado los últimos años y que tendrá 14 representantes, o bien el PA, que se quedará con siete concejales. Los partidos restantes serán el PP, con 13 concejales, y Somos Barbate, con uno. La junta general aún carece de fecha para su constitución porque los ayuntamientos de Medina Sidonia y de Benalup-Casas Viejas ni siquiera han comunicado aún quiénes serán sus representantes en este organismo.

Pero todo este planteamiento puede quedar en nada si siguen creciendo las voces que apuestan por la disolución de esta Mancomunidad. De momento, Vejer sigue en sus trece de salirse de este organismo. Su alcalde, José Ortiz (PP), anticipa que ello se producirá formalmente antes de finales de este año, una vez que se concrete el inventario de bienes y una vez que tanto el pleno municipal como la propia junta de la Mancomunidad ratifiquen el expediente que concreta este abandono.

Pero puede que detrás de Vejer vengan más municipios. San José del Valle, que ahora ha vuelto a manos socialistas, se decanta abiertamente por su disolución. Su alcalde, Antonio González Carretero, es tajante: "Esta Mancomunidad no tiene sentido. Nos negamos a pagar las deudas contraídas por otros municipios", recalca tras recordar que lo que pagaba su municipio por el servicio de basuras cuando estaba gestionado por la Mancomunidad "era una burrada".

Mientras tanto, la presidenta en funciones sigue repitiendo su mismo mensaje de siempre: "Esta Mancomunidad será lo que decidan sus ocho alcaldes. Si no quieren que mancomunemos ni un solo servicio, no tenemos nada que hacer", reflexiona Lucía Torrejón.